_
_
_
_
_

España-82, argumento yugoslavo contra el Mundial-90

Debido a la crisis económica que atraviesa Yugoslavia, crece el número de quienes se oponen en el país a convertirse en sede del Mundial de Fútbol 1990. "Usted perdone. Organizar el campeonato mundial de 1990 fue nuestro gran deseo, un deseo que, desgraciadamente, no tiene cobertura", recomienda la revista belgradense NIN que se le diga a João Havelange, presidente de la FIFA, cuando venga a tratar de la candidatura yugoslava el próximo abril. La mala experiencia del Mundial organizado por España, mucho más que la renuncia de Colombia a organizar el siguiente de 1986, al tratarse de un país con entidad similar, es uno de los factores que influye en la oposición al tema.Los optimistas dicen que para 1990 ya habrá quedado atrás una crisis económica que se anuncia trienal. Pero los más realistas temen que el goteo de gastos y preciosas divisas extranjeras tenga que empezar mucho antes. Se argumenta con la experiencia española y, en dicha revista, se contrastan dos afirmaciones de Saporta. La primera, antes del Mundial, "cuando todo esto haya terminado le entregaré al Rey un cheque por mil millones de pesetas". La segunda, después de concluido el Mundial, "estoy seguro de que no hemos perdido una peseta, pero no sé cuánto hemos ganado. Ya veremos".

Los yugoslavos tienen ya la sobrecarga económica de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1984. Todavía no se sabe de dónde van a salir los sesenta millones de dólares que faltan para hacerlos definitivamente rentables. Pero como este país es en lo económico y en lo cultural seis países, con un enorme grado de autonomía, en tiempos normales es difícil impedirle a una de las seis repúblicas yugoslavas que se meta en una aventura económica-deportiva. Ese fue el caso de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1984, organizados por la república de Bosnia y que, a fuerza de sudores y nervios, va por buen camino. En medios deportivos yugoslavos, e incluso en la asamblea federal, se ha criticado mucho a los organizadores de los Juegos Olímpicos de Invierno por derroche de divisas en tiempo de crisis.

João Havelange pasa en Yugoslavia por preferir a los países en desarrollo o no alineados. Por ello, no todo estaría perdido para una candidatura yugoslava frente a las sedes propuestas de la Unión Soviética e Italia. La idea de la candidatura yugoslava data del congreso que la FIFA tuvo en México en el año 1968. Ya en el año 1975 la Federación Yugoslava de Fútbol trataba superficialmente del tema, sin que nunca el grupo de trabajo formado presentara un informe económico serio ante la Federación de Educación Física Yugoslava, única capaz de dar legalmente luz verde. Se quejan ahora aquí de que se han quemado etapas y de que la propuesta de la federación, de fecha 5 de julio de 1976, a la FIFA, deja por ello bastante que desear.

Los partidarios del Mundial yugoslavo aseguran que este país no necesita construir estadios ni hoteles para la fiesta planetaria del balón, pero los enemigos de una incierta aventura económica aseguran que habría mucho que hacer e invertir.

El Gobierno apoya a México para 1986

Por otro lado, según informa Efe, el subsecretario del deporte mexicano, Fernando Alanís, en nombre del gobierno que preside Miguel de la Madrid, dió el jueves pasado luz verde, con carácter oficial, a la Federación Mexicana de Fútbol para solicitar ser sede del Mundial-86. Un portavoz de la Federación confirmó que la noche del jueves llegó a las oficinas de esa entidad un comunicado del subsecretario, Alanís Camino, por el que autoriza las gestiones ante la FIFA para que México organice el campeonato de ese año.

El funcionario estableció únicamente la condición de que una vez que se estudie el cuaderno de condiciones que enviará en breve la FIFA a los países aspirantes a organizar el Mundial-86, se podrá ratificar o rectificar la petición. En la Federación Mexicana de Fútbol se acogió con alborozo el respaldo del gobierno mexicano a la solicitud de sede del campeonato de dicho año.

El presidente de la Federación Mexicana de Fútbol, Rafael del Castillo, dijo que tiene plena confianza en que las garantías de éxito que México ofrecerá a la FIFA en la organización del campeonato mundial, superarán con mucho a las de Estados Unidos, Brasil y Canadá, los otros tres países que de forma oficial, hasta este momento, solicitaron ser sede del Mundial-86.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_