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Los bancos actuaron como locomotora del mercado

Los bancos se encargaron de tirar, a lo largo de toda la pasada semana, de los mercados de acciones, respondiendo su actuación al doble estímulo de generar avances mientras que la oferta se continuase mostrando tranquila y conseguir un margen para que el descuento de sus dividendos no les llevase a unas posiciones demasiado incómodas.La actividad en el resto del mercado se limitó a una especie de apoteósis de los chicharrillos y a un comportamiento dubitativo, cuando no profundamente desconfiado, de los inversores en relación a los valores eléctricos. Esta era precisamente la circunstancia que ponía más nerviosos a los especialistas. Las eléctricas, con sus actuales precios, presentan una rentabilidad muy competitiva con el resto de los activos del mercado, máxime si se considera que se ha apreciado una importante baja en los tipos de interés de las operaciones a corto plazo.

Pero para hacer efectiva esta rentabilidad hay que esperar, en el caso de las compañías más importantes del sector, hasta el próximo mes de diciembre, y "a ver quién es el guapo que se queda ahí dentro, quietecito, hasta fin de año" como apuntaba un gestor de patrimonios con un cierto deje de sorna.

Lo auténticamente significativo fue la moderación que imprimieron a sus mejoras los bancos el pasado viernes. Ese era el último día antes de que un buen número de entidades tuviesen que descontar su dividendo, y fueron éstas únicamente quienes continuaron mostrando la decisión de jornadas anteriores e incrementaron sus precios cuatro o cinco puntos a expensas de sus propias arcas. Los demás se mostraron mucho más moderados en sus mejoras.

Sin embargo, y aunque en los primeros compases de la próxima tanda semanal se puedan producir algunos recortes, los especialistas consideran que el mercado debe continuar mostrando una discreta resistencia a la baja.

La realidad es que el fondo del mercado de acciones dista notablemente de resultar firme, pero no es menos cierto que a poco que los permita la Providencia, que en este caso debe estar representada por los vendedores, las fuerzas vivas del mercado se van a desmelenar durante la primera quincena de agosto por contribuir al ambiente festivo y verbenero que en esos días se extenderá por la geografía española, haciendo subir los índices bursátiles prácticamente de cualquier forma.

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