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El grupo Fiat obtendrá este año resultados similares a los de 1981

Juan Arias

Los primeros datos correspondientes al presente ejercicio, presentados por Giovanni Agnelli, presidente de la Fiat, a la asamblea de accionistas, arrojan unas ganancias netas de 6.000 millones de pesetas, cantidad muy similar a la registrada el pasado año. Con estos resultados, Fiat parece levantar cabeza sobre las históricas pérdidas que el grupo tuvo en 1980, y que ascendieron a 20.000 millones de pesetas. Este año, según anunció el martes Agnelli, Fiat podrá dar un dividendo de doce pesetas por cada acción ordinaria o privilegiada.En septiembre, el grupo Fiat presentará su primer balance consolidado del ejercicio 1981, según manifestó el mismo Agnelli en una conferencia de Prensa en la cual ha atacado duramente al Gobierno.

Según el balance aprobado por los accionistas, la facturación total del grupo Fiat -que comprende 450 sociedades que actúan en sesenta países diversos- es de 18.000 millones de dólares, con un incremento del 21,15% respecto a 1980.

Las inversiones han sido de 10.000 millones de dólares, con un aumento del 17,5%. De estas inversiones, casi el 90% ha sido en Italia, y el resto en el extranjero.

Por lo que se refiere a las exportaciones del grupo Fiat, el balance de divisas ha sido de 2.400 millones de dólares, con un aumento del 5,7%. De hecho, sólo en el sector automóvil Fiat ha estado a la cabeza de las firmas extranjeras en Europa.

En el campo de las deudas, la disminución ha sido de 160 millones de dólares, siendo el total de 5.000 millones de dólares. Pero teniendo en cuenta, ha dicho Agnelli, el cambio del dólar y el aumento del capital, la situación ha mejorado sensiblemente.

Y si esto ha sido el resultado de todo el grupo Fiat, por lo que se refiere al sector concreto del automóvil -que es el que ha dado en el mundo la mayor fama al imperio de Agnelli, las cosas no van tan bien como en los otros campos. Han disminuido mucho las ventas en toda Latinoamérica, sobre todo en Argentina y Brasil, y las perspectivas son aún más pesimistas para el futuro.

Pero a pesar de todo, Fiat ha vendido en Italia, en 1981, un total de 943.200 coches, la misma cifra de 1980, mientras el aumento en Europa ha sido del 6,5%.

Sin embargo, Agnelli ha afirmado que la crisis no coge a Fiat desprevenida, ya que hoy es más fuerte financieramente, está más preparada en la invención y más agresiva en la penetración comercial.

De lo que no está contento Agnelli es del comportamiento del Gobierno Spadolini, el primer Gobierno laico, al que Fiat saludó hace un año con gran simpatía.

Según Agnelli, Spadolini no ha hecho nada. Evidentemente, la política económica del Gabinete del republicano, Spadolini no gusta a Agnelli, como no gusta a una cierta parte de la Democracia Cristiana.

Y no puede estar contento Agnelli, ya que el programa económico de Spadolini es a favor del aumento del empleo, mientras la victoria de Agnelli, en plena crisis, ha sido precisamente al contrario. Lo demuestra una sola cifra que hemos dejado ex profeso para el final y que explica las ganancias de Fiat mejor que ninguna otra cosa. En 1980 Fiat tenía 164.352 obreros, mientras que en 1981 la cifra bajó a 144.518, es decir, casi 20.000 menos.

Y ahora Agnelli, al revés de años atrás, está también en contra de la scala mobile, es decir, el mecanismo que aumenta automáticamente el sueldo de los trabajadores cada tres meses, según el aumento del coste de la vida. Y se queja de que el Estado no ayuda a Fiat, contrariamente a lo que hacen otros Gobiernos europeos, que sostienen en parte los gastos del sector automovilístico en el campo de la investigación.

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