Gibraltar
( ... ) "Los gribralteraños somos lapas de tierra, no soltamos la roca así nos aspen", esto me dijo una vez un gibraltareño olvidando que a las lapas se las suelta de la roca a que están pegadas... con un cuchillo de punta fina.Cuando toda esta avalancha de editoriales en inglés y español sobre Gribraltar haya ido a parar a sus respectivos cubos de basura, quedará una cosa en claro, y es que Londres, con ese cuchillo de punta fina, ha separado a los gibraltareños de su roca, haciéndoles, jurídicamente al menos, ya que étnicamente no es posible, tan ingleses como la reina de Inglaterra misma, de británicos de segunda fila que eran antes, y esto les impedirá volver a votar en referéndum sobre si quieren pasar a ser españoles o seguir siendo ingleses, porque ingleses ahora ya lo son y, por tanto, se han convertido en meros refugiados del territorio que ocupan, es decir, lo mismo que España lleva años llamándoles: acampados. Y esto justifica a Inglaterra en el grave paso de negociar con España sobre Gibraltar a espaldas de los gibraltareños, de la misma manera que negoció con los indios la independencia de la India sin contar con los, ingleses residentes en territorio indio.
Ahora bien, que, en esas negociaciones, Inglaterra vaya en serio o no, eso será otra cuestión a dirimir entre ella y España, pero ya no serán los gibraltareños, ingleses residentes fuera de Inglaterra, quienes puedan pedirle cuentas como hasta ahora lo harán sin duda, pero ya no tendrán derecho a que Inglaterra se las rinda. Esto pesa como una espada de Damocles sobre las protestas de los dirigentes gibraltareños, que han saludado la noticia de las negociaciones ango-españolas como si todo siguiera igual que antes. Pero Inglaterra no regala nunca nada, y si les ha dado la ciudadanía británica de pleno derecho, haciéndoles, de hecho, ingleses habrá sido a cambio de algo: a cambio de quitarles si no la voz, sí, por lo menos, el voto. ( ... )
, 10 de marzo
