_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La encíclica y los empresarios

En un largo artículo que titula El hombre y el trabajo (EL PAIS, 6 de octubre de 1981), mi amigo, desde hace tantos años, don Antonio Garrigues Díaz-Cañabate da un resumen bien hecho de la última encíclica del Papa actual. Al final de su trabajo añade algunos comentarios por su cuenta. En ellos hace esta afirmación (de la que dice que implícitamente pertenece al pensamiento del papa Wojtyla): "Aunque todo trabajo es creador, hay dos categorías que son fundamentales: una es el trabajo específicamente creador, que es en el que verdaderamente el hombre aparece como imagen de Dios en el primer capítulo del Génesis. La otra es el trabajo seguidor, es decír, el que se limita a seguir el camino que otro ha descubierto y abierto. El primero es el hombre de empresa, el empresario, que es el que encabeza y hace nacer -casi siempre de la nada o de la casi nada- una obra".Creo que aquí don Antonio se pasa. Lo que dice no está implícito en la encíclica del Papa. Más bien apunta en ella todo lo contrario. La idea de que el Génesis, al afirmar que el hombre es imagen de Dios, se refiere primariamente a los empresarios (capitalistas) y sólo secundariamente a los currantes, sólo puede caber en la cabeza de un empresario capitalista. Si la imagen específica de Dios fuera el señor Ferrer Salat, la CEOE sería la imagen de la Santísima Trinidad y, yo tendría que hacerme ateo, cosa a la que no estoy, dispuesto. Para los cristianos hay un hombre que es imagen sustancial de Dios: Jesús de Nazaret. Y, mira por dónde, él no fue empresario, sino currante. Carpintero o quizá, según algunos expertos filólogos, albañil.

Decir que el empresario crea de la nada, aparte de ser un grave error, podría encubrir un endiosamiento, en el intento de legitimar la explotación de muchos obreros por algunos patronos (los oligarcas son pocos). Por favor, no queramos meter en el Génesis a la empresa capitalista. Fue un gran pecado de los israelitas poner al becerro de oro como imagen de Dios./

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_