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"Han hurtado al Parlamento el debate sobre el Instituto de Hidrocarburos", según Javier Solana

La creación mediante decreto-ley del Instituto Nacional de Hidrocarburos, hurtando al Parlamento un debate de fondo sobre la estructura y finalidades del nuevo ente, y el contenido mismo del propio decreto (que ayer fue publicado en el Boletín Oficial del Estado), ha irritado profundamente al primer partido de la oposición, que ha visto, en palabras del principal responsable del área económica del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), cómo el Gobierno de Calvo Sotelo se apropiaba de una vieja iniciativa de los socialistas para desnaturalizarla y desaprovechar una oportunidad histórica de ordenar de cara al futuro nuestra política energética e industrial.

«Los socialistas llevamos peleando desde hace muchos años por la unificación de todas las participaciones públicas en el sector de hidrocarburos. Lo propusimos antes del Plan Energético Nacional (PEN), en las discusiones de este plan y hasta en el voto de censura al presidente Suárez, y no nos hicieron caso. Ahora Calvo Sotelo se decide a hacerlo y lo hace mal: sin llegar al fondo y escindiéndolo del INI», manifestó ayer a EL PAIS Javier Solana, secretario federal de estudios y programas del PSOE.Calvo Sotelo se ha plegado a las presiones del sector privado de hidrocarburos y a las pugnas internas de los ministerios de Industria y Hacienda, según el dirigente socialista, perdiendo una oportunidad histórica. Para los socialistas no es de recibo que un tema tan importante para nuestro país, y que está planteado desde hace años, se trate de despachar ahora mediante un decreto-ley, hurtando un debate de fondo al Parlamento. En un principio, pretendieron incluso -luego no se han atrevido a hacerlo, según los socialistas- aprobarlo mediante un decreto simple.

El contenido del decreto-ley, por otra parte, es «una mera recopilación del Aranzadi», en palabras de Solana. «No se dice para qué se ha creado el Instituto, ni cuál es el mapa de la reestructuración, ni nada de nada. Es un mero reparto de cargos».

El tema es aún más descabellado, según los socialistas. Cuando todas las grandes compañías petroleras del mundo están tomando el control de los consorcios mineros, el decreto-ley no sólo escinde los hidrocarburos del INI, sino que deja en manos de este último Instituto las participaciones públicas en el sector del carbón y la electricidad.

Por otra parte, para satisfaeción de Hacienda y del sector privado, la distribución de Campsa queda excluida de la órbita del nuevo Instituto Nacional de Hidrocarburos. Lo cual hace todavía más irracional la creación de este ente, según Javier Solana.

Por otra parte, este decreto-ley no puede considerarse de forma aislada, cuando se produce, recuerda Solana, días después del famoso de reindustrialización. «Si este es el trabajo del ministro Bayón, más valía que lo cambiaran con urgencia». Se crean instrumentos sin saber para qué fines y desconocemos incluso. añade el dirigente socialista. qué nuevos sectores piensan reestructurar por decreto.

No se va a desmantelar el INI

El ministro de Industria. Ignacio Bayón, aseguró ayer, en el acto de toma de posesión del nuevo presidente del INI, Carlos Bustelo, que el Instituto Nacional de Industria no va a ser desmantelado, sino que se buscará la eficacia del mismo como instrumento de la política industrial.

Al acto de toma de posesión de Bustelo asistieron los ministros de Economía y Comercio, Juan Antonio García Diez; de Hacienda, Jaime García Añoveros; Obras Públicas Urbanismo, Luis Ortiz, y Defensa, Alberto Ollart, así como el gobernador del Banco de España, José Ramón Alvarez Rendueles, y, en representación del presidente Calvo Sotelo, su secretario de Estado Matías Rodríguez Inciarte. Estuvieron presentes, asimismo, diversos altos cargos de ministerios económicos, presidentes y directivos de empresas públicas, empresarios y políticos. Entre éstos se encontraban los dirigentes socialistas Javier Solana y Miguel Boyer.

Ignacio Bayón y Carlos Bustelo, en sus respectivos discursos, coincidieron en afirmar -informa Europa Press-, que no hay dicotomía entre el sector público y el sector privado, y que ambos deben ir a una actuación armónica para conseguir, con mayor efectividad, la reestructuración que necesitan los sectores en crisis, y dotar a los mismos de competitividad internacional.

Carlos Bustelo señaló asimismo que la segregación de actividades del Instituto Nacional de Industria (las referidas al nuevo Instituto Nacional de Hidrocarburos) se hace para asegurar la máxima coordinación entre las distintas participaciones estatales, y no tiene por qué ser traumática o negativa para el INI. Más adelante, el nuevo presidente del holding estatal indicó que el INI conserva el área del carbón y la energía eléctrica y nuclear, que son actividades rentables. Esta alusión, que parecía responder a las críticas que se han hecho sobre el futuro del INI como posible hospital de empresas con enormes pérdidas, provocó visibles signos de incredulidad y medias sonrisas entre algunos de los asistentes.

El nuevo presidente, tras elogiar la labor de su predecesor, José Miguel de la Rica, afirmó que «la empresa pública no es la panacea universal, pero tampoco puede ser un muro de lamentaciones. El INI puede y debe ser potenciado en el marco de la Constitución, porque no hay contradicción entre modelo económico y empresa pública». Más adelante, expuso como objetivos del INI los siguientes: conseguir empresas públicas rentables y competitivas, salir al mundo exterior sin complejos y seguir camino de la integración en la Europa industrial, según informa Efe.

De la Rica, cuya labor fue también elogiada por el ministro Bayón, dirigió unas palabras a los asistentes en las que afirmó que «han sido tres años de disgustos y alegrías, que concluyeron con la satisfacción del deber cumplido».

Distribución de Campsa y refinerías privadas

Sobre la segregación de la distribución de Campsa del Instituto Nacional de Hidrocarburos, fuentes parlamentarias de la oposición manifestaron ayer a este diario que podía estar relacionada con la pretensión de los refineros privados, de cara a la integración de nuestro país en la CEE, de que la red de distribución de la compañía estatal pasara a ser patrimonio de la nación y pudiera ser utilizada por las distintas refinerías del sector privado para distribuir sus productos por toda España.

En este sentido, las citadas fuentes pusieron de manifiesto, con los balances de los últimos ejercicios de Campsa en la mano, que los activos de la compañía estatal permanecían con su valoración histórica, en torno a los 40.000 millones, cuando los valores reales de mercado de su flota de buques, instalaciones y transportes, podría superar con mucho los 200.000 millones de pesetas.

Treinta años sin política energética coherente

No hubo una política energética ni verdadera ni coherente durante los últimos treinta años, en los países del área occidental, según afirmó el subdirector general de Estudios Sectoriales del Ministerio de Hacienda, Ignacio Corella Aznárez, en unas jornadas de estudio sobre impuestos especiales, que actualmente se celebran en Madrid, informa Efe.

Tenemos que admitir, añadió, que se cometieron importantes errores en la política energética en el mundo occidental, cuyas consecuencias padecemos en la actualidad; crisis económica aguda, penuria energética, ausencia de horizontes definidos y una regresión hacia alternativas energéticas superadas.

Después de 1973, argumentó, los organismos internacionales, fundamentalmente la Agencia Internacional de la Energia, han fomentado la instrumentación de medidas que permitan estabilizar y controlar el consumo del petróleo, sobre todo a través de la formulación de precios de disuasión para los productos derivados del petróleo, con utilización de impuestos.

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