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Juan José Roson: "Hay presunciones legítimas para sospechar del general Milans del Bosch"

Juan José Rosón, ministro del Interior, recibió en la noche de ayer, martes, a un redactor de EL PAIS para hacer unas declaraciones, tras la intensa jornada de trabajo que se inició con su propia liberación, como la del resto de los componentes del Parlamento y que finalizó a altas horas de la madrugada, tras asistir a un Consejo de Ministros y a la reunión de la Junta de Defensa Nacional.

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«Para mí», contestó el ministro a la primera de las preguntas, «el hecho clave fue el discurso del Rey en la madrugada del lunes al martes. A partir de ahí creo que se clarificaron mucho las cosas».Pregunta. ¿No cree que se emitió a una hora excesivamente tardía, pasadas la una de la madrugada?

Respuesta. Bueno, hay que tener en cuenta que yo le hablo de estos hechos bastante después de producidos. Piense que yo permanecía en el Parlamento. Sin embargo -y por lo que me informó m¡ equipo-, sé que gravitó sobre ello la ocupación de RTVE. Sé que el traslado de la cinta de video desde la Zarzuela a Prado del Rey se hizo de manera muy especial, cuidando mucho las condiciones de seguridad, con rodeos, etcétera. Eso quizá explique porqué se tardó tanto en emitirse.

P. Usted, como sabemos todos, permaneció secuestracto en el Parlamento cerca de dieciocho horas. Algunos diputados declararon al salir del palacio de la carrera de San Jerónimo que en, seguida se dieron cuenta de que el golpe de Estado no tenía visos de convertirse en realidad. ¿Usted, como miembro del Gobierno, llegó a la misma conclusión?, y en ese caso, ¿en base a qué datos?

R. Al aparecer de forma tan agresiva, inicialmente el Parlamento recibió con un evidente impacto la irrupción del teniente coronel Tejero y su gente, pero a partir de la lectura de un comunicado de Europa Press, y hacerlo de forma ostentosa, con el lujo de dejar de ver que era una tira de télex, pensé que ya no había noticias fiables. Tejero alardeaba de que se habían levantado la II, III, IV y V regiones militares (Sevilla, Valencia, Barcelona y Zaragoza) y que Milans del Bosch sería el nuevo presidente del Gobierno. Observé entonces un fenómeno curioso: si al comienzo de la violenta irrupción los cuchicheos se hacían de manera jerarquica, es decir, de jefes a suboficiales, de arriba a abajo, llegó un momento en que los guardias civiles empezaban a preguntar ellos. Parecía que carecían de información y esto, al menos para mí, significaba que el intento de golpe de Estado no iba adelante.

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P. Según hemos podido ver en el documento televisivo de la irrupción de los rebeldes en el Parlamento, la primera notificación que les leyeron les anunciaba la inminente llegada de la «autoridad militar competente». ¿En quién pensaron ustedes, los miembros del Gobierno o, al menos, los ministros más próximos a usted en el banco azul?

R. Bueno, lo cierto es que en esos momentos no nos podíamos mover. Las especulaciones que hice con Rodríguez Sahagún y con García Añoveros -los más próximos a mi- eran coincidentes: apuntaban a Milans del Bosch, y esta conclusión la hicimos antes de que tuviéramos confirmación por parte de Tejero, lo que, por otra parte, se produjo al poco tiempo.

P. Sin embargo, un portavoz del capitán general de la III Región Militar declaró en el día de ayer a un periódico de Valencia que el teniente general Milans del Bosch no tenía ninguna relación con el teniente coronel Tejero...

R. Eso lo decidirán los tribunales, pero hay demasiadas presunciones legítimas como para sospechar de él.

P. ¿Está decidido el Gobierno y la Junta de Jefes de Estado a llegar hasta el fondo en las investigaciones que se lleven a cabo para aclarar los hechos delictivos?

R. Estoy absolutamente convencido de que sí; de que, primero, hay ya decisiones que apuntan en este sentido, y, en segundo lugar, de que existe el deseo de que se analice seria y profundamente lo ocurrido.

P. ¿No resulta sorprendente que no se hubiera tomado ninguna decisión o, cuando menos, una respuesta oficial, ante el artículo publicado por el teniente general De Santiago en el diario El Alcázar, coincidiendo con el congreso de UCD en Palma de Mallorca y que fue duramente criticado por los analistas políticos?

R. Bueno, creo que lo que se vio sobre el artículo que menciona es que era algo cerrado en sí mismo. Aparentemente no está implicado en el tema del golpe ese general. Puede haber, sin embargo, otras personas destacadas.

P. ¿Y no es sorprendente que se dé un golpe de las características del ocurrido el pasado lunes, con intervenciones militares en Madrid y en Valencia, sin que los servicios de información del aparato estatal detectasen nada?

R. Pienso que ese es uno de los motivos de reflexión que hay que formularse. No era fácil detectar esta operación porque el centro de la misma estaba en muy pocas personas. Hay que ver cómo reclutaron los guardias civiles y a la Policía Militar para saber que la operación la conocían muy pocos. Quiero además decirle que en esto coincidíamos la mayoría de los diputados: una gran parte de los soldados que se encontraban en el palacio del Congreso no sabían muy claramente lo que estaban haciendo ni para qué les habían reclutado.

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