El INI pretende que Hunosa reduzca sus pérdidas a 16.000 millones en 1984

La Administración pretende poner en práctica en Hunosa una fórmula, de tres años de duración, que permita combinar la productividad con los salarios, de forma que arrojen un coste estándar por tonelada de carbón subterráneo arrancada de 9.450 pesetas en 1984, frente a las 11.800 pesetas del año pasado. Hunosa y el presidente del Consejo Regional de Asturias negaron ayer cualquier información al respecto hasta darla a conocer, en la tarde de hoy, a las centrales sindicales.

El Estado está dispuesto, según pudo saber EL PAIS, a dar su ayuda a esta empresa, mediante el recurso a créditos preferentes, para reducir sus pérdidas a 16.000 millones de pesetas constantes en 1984, siempre que se produzca un acuerdo sobre el plan de reestructuración, cuyas negociaciones podrían comenzar el próximo jueves entre la dirección de la empresa y las centrales sindicales. Los Presupuestos Generales del Estado fijaron para Hunosa en 1981, sólamente, 16.000 millones de pesetas de subvención. En 1980, la empresa nacional minera perdió 21.800 millones de pesetas, cantidad de la que es preciso restar la subvención al carbón siderúrgico, lo que supone unas pérdidas del orden de los 18.000 millones.El Ministerio de Industria se resiste a dar adelanto alguno a cuenta del convenio colectivo, invocando la imposibilidad de hacer frente a cualquier subida salarial mientras no se negocie el plan de reestructuración a tres años, que debe llevar aparejados los incrementos salariales y las fórmulas de ayuda a la sociedad., Por parte del INI y de la dirección de Hunosa, se vislumbra una actitud más favorable hacia la entrega de un anticipo, que podría oscilar entre las 3.500 y las 5.000 pesetas lineales a partir de este mismo mes de febrero. El presidente de Hunosa, no obstante, asegura a EL PAIS su inclinación oficial a considerar el referido anticipo dentro de la reestructuración.

Entre tanto, la normalidad laboral continuó ayer en los pozos Mosquitera, Polio, Barredo y San Nicolás, como respuesta a la negativa dada la semana pasada por la dirección a la propuesta de las centrales sindicales de hacer un adelanto a cuenta del convenio. UGT y CC 00 tienen convocada una huelga en Hunosa para los días 19, 20, 27 y 28. El desencadenamiento de la conflictividad, al margen de los sindicatos, provocó una gestión del presidente de la sociedad, José Manuel Fernández Felgueroso, quien consiguió convencer a los ministros interinos de Economía, Juan Antonio García Díez, y de Industria, Ignacio Bayón, de la gravedad de la situación que podría crearse y de la necesidad, en consecuencia, de dar una respuesta urgente a los mineros, sin esperar al desenlace de la crisis de Gobierno. Los objetivos de la Administración para Hunosa, durante el período 1981-1983, fueron dados a conocer ayer porel presidente del INI, José Miguel de la Rica, al presidente del Consejo Regional de Asturias, Rafael Fernández, del PSOE, en un gesto que pretende institucionalizar una información periódica al organismo preautonómico asturiano de la marcha de las negociaciones sobre la reestructuración de Hunosa, empresa que tiene una incidencia decisiva en la economía de la región.

En la reunión de ayer, Rafael Femández indicó a los directivos del INI y de Hunosa que la subida salarial en la empresa minera no podría ser en ningún caso inferior a la del sector siderúrgico, en el que ya existe una oferta del 8,5%. Según ha trascendido, el presidente asturiano comentó la resistencia de Industria al anticipo del convenio como un posible intento de su titular, Ignacio Bayón, dirigido a capitalizar su concesión con motivo de la visita que proyecta realizar próximamente a Asturias si resulta confirmado en el cargo.

Fuentes solventes aseguran que el presidente del INI exhibió en todo momento una postura flexible, sin hacer alusión al posible cierre de los pozos que superen la barrera de los costes estándar por tonelada extraída, aunque sí hizo referencia a la posibilidad de concentrar explotaciones sin afectar a las plantillas. La impresión resultante es que solamente serán clausuradas aquellas minas que tengan agotados sus yacimientos. El cierre del pozo Barredo, anunciado por el presidente de Hunosa, también es negociable en el plan de reestructuración de la empresa.