La "bici"
Una vez más se ha celebrado la fiesta -espectáculo- de la bici. Y digo espectáculo porque, como dicen algunos, «la ecología no es cuestión de un día»; pero tampoco es cuestión de una fiesta mecanizada, insulsa, de algún sentido reivindicativo, bañada en una superola de publicidad y completada por los múltiples golpes que, debido a la gran aglomeración, han constituido consecuencias desagradables.Si a todo esto le añadimos el egoísmo y poca educación de los neuróticos automovilistas (no todos), los cuales se cansaban de esperar no más de cinco minutos, ya que los municipales les daban paso alterno, sólo podemos pensar que fuimos engañados.
Pero no todos; unos aceptaban el hecho como si de una nueva moda se tratase, incluso llegaban con sus coches a la salida, para sacar del maletero lo más parecido a una moto. Y luego queda esa minoría, pero no por ello deja de ser la más experimentada y llena de ideas útiles y prácticas. Ellos son los que Pedro Montoliú llamaba, más o menos, radicalizados ecologistas. Ellos son los que entregaron el sábado el manifiesto de la bici en la alcaldía, y también son los que están en la brecha, no un solo día, sino todos. Ellos son los que, en vez de seguir unas rutas marcadas por las autoridades, siguieron, por su cuenta y riesgo, haciendo pública su lucha y reivindicaciones./