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Baloncesto

Ningún cambio, en la asamblea

Ningún cambio sustancial que pudiera hacer variar el trayecto del baloncesto español se produjo en la asamblea general extraordinaria que se celebró ayer, sábado, en el Instituto Nacional de Educación Física (INEF). El peso de la asamblea lo llevaron el presidente de la Federación Española de Baloncesto (FEB), Ernesto Segura de Luna, y el del Comité de Competición, Eugenio Mazón, ambos abogados y habilidosos en sus gestiones y apreciaciones.En el artículo 7 se llevó a cabo la enmienda por la cual a partir de ahora se dirá selección española, y no nacional, por estimar que puede haber lugar a confusiones con el término nacionalidades; en el 25 se cambió el número de licencias en relación con los votos, con el fin de restar algo de poderío a los grandes; en el 33 se dice queel secretario general sólo tendrá derecho a voz, y no a voto, como hasta ahora, en la junta directiva.

La asamblea transcurrió en clima de bastante tranquilidad, ya que las once enmiendas presentadas a la ponencia no suponían cambios sustanciales, sino más bien matizaciones. Estas en ningún momento inquietaron al vicepresidente Raimundo Saporta, que se limitó a estar sentado a la derecha del presidente. Segura de Luna parece que lleva el camino de ser uno de esos mandatarios eternos a los que la inercia mantiene en el cargo. Hay que decir esto porque en el capítulo de la elección a presidente no se produjo ningún cambio, pese a las rotundas y constantes denuncias que, casi siempre con claridad y evidencia, ha hecho en los distintos medios de comunicación el polémico José Antonio Gasca. En definitiva, la asamblea pasó sin pena ni gloria, y puede decirse que no aportó nada al futuro de este deporte.

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