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El Papa afirma que Polonia tiene derecho "a la independencia y soberanía"

El papa Juan Pablo II declaró ayer tarde en Roma que Polonia tiene «derecho moral a la independencia y a la soberanía», en razón a los «enormes sacrificios» que tuvo que realizar durante la segunda guerra mundial. Por otro lado, mientras la región minera de Alta Silesia vuelve a la normalidad laboral, el Gobierno polaco trata de recuperar el terreno perdido durante la crisis político-social que ha envuelto al país durante más de tres semanas.

En Moscú, y por segundo día consecutivo, el régimen soviético -esta vez a través del órgano del PCUS, Pravda- ha insistido en sus críticas contra la situación polaca, aunque con menor virulencia que en ocasiones anteriores.La agencia oficial soviética Tass denunció «la mano extranjera» en los acontecimientos de Polonia, en donde, según observó, «se han desarrollado actividades antisocialistas».

Juan Pablo II, por su parte, dirigiéndose en su audiencia semanal a un millar de polacos que habían acudido a la plaza de San Pedro, reclamó su «derecho y deber a hablar sobre este tema, no por ser polaco, sino en el cuadro de mi ministerio pontifical».

Evocando el 41 aniversario del comienzo de la segunda guerra mundial, el Pontífice, que fue arzobispo de Cracovia, precisó que «soberanía significa el justo derecho a la autodeterminación y el respeto de este derecho, que exigen el orden internacional y el orden moral».

Juan Pablo II afirmó que en este aniversario, que recuerda «la horrible violencia» ejercida sobre su patria, «debemos de rezar especialmente para que este orden moral internacional sea respetado en Europa y en el mundo entero, y para que ni nuestra patria ni ninguna otra nación sean víctimas de la agresión o la violencia».

«Estamos a punto de rezar para que las relaciones en Europa y en el mundo entero se refuercen en el respeto a los derechos de cada nación, derechos estos que están íntimamente ligados a los derechos del hombre», agregó el Papa.

Este discurso del Papa se produjo al final de su audiencia semanal, en la que se dirigió a unas 25.000 personas.

El Vaticano no ha distribuido el texto oficial del discurso del Papa. Juan Pablo II se dirigió en su lengua natal a los peregrinos polacos, mientras que un clérigo de la misma nacionalidad traducía la intervención a los periodistas.

Páginas 3 y 4

Editorial en página 8

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