El extraño caso de Irma Andazola en Tijuana: la candidata que ganó con el 60% de los votos ya fallecida
Su equipo siguió durante nueve días haciendo campaña como si la aspirante, muy respetada en su distrito, siguiera viva. Morena afirma que no supo del deceso
Irma Andazola caminó durante años las largas calles del distrito 4 de Tijuana, en Baja California. Le dio frutos. Una de las zonas más humildes de la ciudad fronteriza la eligió en tres ocasiones como diputada federal, la última el pasado 2 de junio. Se llevó el 60,5% de las papeletas, en total, 85.940 votos, según el conteo del Instituto Nacional Electoral (INE). Era la recompensa para esta luchadora social, que llegó a ser reconocida por el Congreso como una de sus diputadas más participativas. Había una diferencia con respecto a las anteriores elecciones: Andazola, de 60 años, había fallecido hacía días. Su equipo siguió haciendo campaña en sus redes sociales como si estuviera viva. Mientras su partido, Morena, afirma que no supo del deceso y cuando se enteró puso para sustituirla a una exlegisladora del PRD de Ensenada. En el centro del puzzle, una familia amenazada que ocultó su fallecimiento. Este rocambolesco rompecabezas amenaza ahora con empañar su trayectoria.
Las elecciones del 2 de junio fueron un triunfo total para Morena. Claudia Sheinbaum se convirtió en la misma noche en la primera presidenta de México y en la candidata que más votos había conseguido de la historia reciente del país. El partido guinda arrasó también en el Congreso. Consiguió 256 de los 300 asientos que se eligen por voto directo de la Cámara de Diputados —mientras el resto sigue pendiente por asignar—. Una de esas electas fue Irma Andazola. Ya lo había sido en 2018 y en 2021. Esta vez no pudo verlo.
Leal a Andrés Manuel López Obrador, Andazola estuvo desde la fundación de Morena. En 2015 fue consejera estatal del partido en Baja California y en 2017, coordinadora de organización del movimiento. Por el camino, estudió Derecho en la Universidad en Línea y se graduó con 51 años. Eso le permitió trabajar en la Procuraduría General de Justicia de Baja California. Pero nunca dejó su labor de luchadora social desde su colonia, Villa Fontana, en Tijuana, cuenta su amiga Angélica Ramírez.
“Irma era trabajadora y luchona, siempre tuvo claros sus ideales y también luchó siempre por su partido, para defenderlo”, relata a EL PAÍS Ramírez, que forma parte del colectivo de búsqueda de desaparecidos Una nación buscándo-T y conoció a Andazola hace ocho años en la lucha comunitaria. La buscadora relata que en 2018, la primera vez que la candidata se presentaba al Congreso, acudió al Frente Único de Lucha a pedir ayuda. “Ella no tenía estructura para cuidar las casillas y faltaba menos de una semana para que se cerraran los registros. Sabiendo la calidad de persona que era Irma todos decidimos ir al 4 a apoyarla, los maestros, los activistas... En menos de una semana conseguimos todos, eran cientos. Fuimos a apoyarla, pero no por el partido, sino por ella, por su vocación de luchadora social”, cuenta Ramírez.
Ganó con el 70% de los votos de su distrito. Lo volvió a hacer tres años después con casi el 60%. La buscadora relata que Andazola estaba a caballo entre su labor de legisladora en Ciudad de México y las necesidades de su distrito. “El 4 es el que tiene más carencias y el más vulnerable, también el más grande. La gente ahí tiene una economía muy precaria y ella siempre se preocupaba, especialmente de las personas de la tercera edad”, apunta. La diputada nunca dejó de vivir en el distrito 4, nunca cambió de casa. “Siempre fue una persona muy humilde, sencilla. También fue una de las primeras que creyeron en nosotros, en hacer brigadas de búsqueda de desaparecidos. No teníamos presupuesto ni apoyo del Gobierno y ella siempre nos apoyó, nos ayudó a hablar con gobernadores, a hacer solicitudes, pedir citas”.
El 1 de marzo empezó su tercera campaña, con el mismo enfoque que las anteriores, caminando las mismas calles que seis años antes. En esta ocasión su suplente era su nuera, Adriana del Pilar Reyes García. La pareja de su hija, Diana Cano, la acompañó en la mayoría de actos. El 11 de mayo se registra la última imagen de Irma Andazola en la campaña. A partir de ahí, todo son fotografías de su equipo y de simpatizantes. En el Facebook de la candidata, la programación sigue como si nada hasta el 30 de mayo. En los últimos días, es Adriana Reyes quien aparece sonriente en el centro de las imágenes. El 1 de junio, Morena confirma en un escueto comunicado la muerte de la candidata.
Los medios de comunicación locales accedieron al acta de fallecimiento de la diputada: el 23 de mayo a las 15:58 horas, en la Torre Médica del Hotel Quartz, debido a un tumor maligno e hipertensión arterial. Todas las especulaciones se dispararon, ¿por qué nadie había avisado del deceso de la aspirante? ¿Por qué siguió su equipo haciendo campaña por ella y con su imagen durante nueve días?
Diana Cano, hija de la aspirante, dio algunas explicaciones en sus redes sociales, ahora restringidas: “A mi madre la atacó un cáncer muy agresivo que no esperábamos ni los médicos ni su familia. Ella falleció el 23 de mayo después de un infarto, donde estuvimos presentes mi padre, mi hermano y yo. Lo único que necesitábamos como familia es tiempo a solas y privacidad. Me disculpo con nuestros amigos y equipo de trabajo por no haberles informado prontamente la situación, pero mi prioridad era la siguiente: a raíz de la situación de salud de mi madre, la de mi padre también ha empeorado, después de dos infartos y 74 años, luchamos por mantenerlo estable y fuera de los medios”.
Fuentes cercanas a la diputada apuntan a que la familia ni siquiera informó de la muerte a su equipo cercano, para que el partido no cambiara el nombre de Irma de la boleta y también, quizás, para que Adriana Reyes, como suplente, pudiera quedarse con el puesto de diputada federal. Sin embargo, Morena en una operación contrarreloj nombró a la aspirante a la alcaldía de Ensenada, Rocío López Gorosave, muy cercana a la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, para ocupar el lugar. Es ella quien se quedó finalmente los votos de Andazola y anunció su victoria el 4 de junio en Facebook: “Los resultados de la elección, sin lugar a dudas, son reflejo del buen trabajo que realizó la diputada Irma Andazola Gómez, a quien desde luego honraremos con nuestro trabajo en la legislatura federal”.
La designación ha sido muy criticada por la familia y el equipo de Irma, debido a que López Gorosave no es de Tijuana, no conoce el distrito 4 y fue integrante del PRD, que se apoyó del PAN para convertirse en presidenta del Congreso de Baja California. “Es una pena que en la misma publicación donde hable del fallecimiento de mi madre se dedique a celebrar su triunfo. Un triunfo arrasado de la izquierda del 4° distrito que por cierto usted no conoce”, ha escrito su hija. “Vergüenza le debería de dar. Una falta de respeto para todos aquellos que sí hemos luchado por el bienestar del pueblo. Nos imponen a una perredista traidora a la patria. El partido te ha fallado querida compañera Irma Andazola, lamento que todo el esfuerzo y dedicación que le diste a tu distrito sea usurpado por este tipo de personas”, ha comentado la secretaria de la diputada, Yessica Zetina.
Ni Morena ni López Gorosave se han pronunciado más al respecto. Mientras, la familia ha denunciado agresiones, desde extorsiones hasta seguimiento de vehículos, en su contra. “Han recibido amenazas palpables”, refiere Angélica Ramírez, que afirma que por miedo no van a impugnar la decisión, que corresponde al partido, “es una tristeza que esto manche su legado”.
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