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El Atlético revivió para ganar su trofeo

El Atlético de Madrid conquistó el Trofeo Villa de Madrid merecidamente, aunque necesitó, como el primer día ante el CSKA búlgaro, llegar a los penaltis para triunfar. Ante un Ajax disminuído -y más cansado, al haber jugado el martes- jugó muy bien con las bazas de la velocidad y los buenos marcajes, imponiendo el ritmo que le convenía en el partido. En realidad, mejoró de forma sorprendente respecto al lunes. Lo más lamentable de la jornada fue la improcedencia de los horarios, pues el encuentro final, programado para las 22.15, comenzó media hora más tarde, lo que sumado a que hubo media hora de prórroga y penaltis, el torneo terminó a la 1.15, hora intolerable en un país que quiere integrarse en Europa, incluido en fútbol.Al margen ya de la falta de seriedad en la hora, el partido quedó falseado muy pronto, pues el Ajax, a los diez minutos, perdió dos jugadores importantes por problemas musculares: Ophof, el hombre que estaba encargado de vigilar a Dirceu, y Lerby, uno de los daneses, centrocampista básico en el esquema del cuadro holandés. Como la única solución del Atlético estribaba en practicar unos marcajes férreros y mandar en el ritmo del partido, la desorganización lógica rival le favoreció para llevarlos a cabo. Parte quizá porque también el Ajax había tenido veinticuatro horas menos de descanso, el hecho fue que el Atlético pareció otro equipo respecto al que penó para eliminar al CSKA búlgaro el lunes.

García Traid, además, el nuevo entrenador rojiblanco, acertó en colocar a Marcos de claro media punta, emparejado con Schoenmaker, otro de los hombres de medio campo peligrosos del Ajax. La labor del hijo de Marquitos no sólo fue buena para anular a su rival en ataque y creación, sino que le tuvo entretenido con sus continuas escapadas hacia la portería de Schrijvers. Si de ello no vinieron más frutos, como se notó especialmente en la segunda parte, fue porque una de las dos puntas, Cabrera, volvió a evidenciar su inutilidad cara al gol, y porque Galje, sustituto de Schrijvers, demostró su enorme futuro. Rubio, en cambio, llegó a perder dos ocasiones magníficas por verdadera mala suerte; la segunda, a falta de dos minutos para terminar el partido, ya con empate a un tanto en el marcador, cuando tras salirle bien hasta cinco regates su disparo rozó el poste derecho.

El Atlético, de todas formas, resultó también un equipo distinto, muy aceptable, porque los otros hombres del medio campo: Dirceu, Quique -que no dejó tocar un balón a Arnesen en toda la primera parte- y Bermejo se mostraron rápidos y con decisión tanto en los cortes como en las entregas. Tal vez fue que también se sintieron seguros desde su defensa, más que el primer día, al estar mejor Balbino de hombre libre y Arteche de marcador. A fin de cuentas, este último disimula más su enorme falta de técnica si se dedica con su fuerza habitual a un delantero contrario. En cualquier caso, buena muestra de que ninguno de los dos es un verdadero defensa libre fue que tanto Bermejo como Dirceu se cansaron de subir los balones, desde atrás, al no tener capacidad los otros para ello.

El Atlético, ante un rival disminuido, y jugando bien sus bazas, debió ganar incluso antes de la prórroga. Aunque en la segunda parte aflojó algo los marcajes fue precisamente cuando tuvo hasta ocho ocasiones muy claras de gol, por sólo cuatro en la primera. El Ajax apenas se acercó a puerta, pues le faltaba el lesionado Halmberg del primer día -ya antes La Ling, baja en el torneo- y en los cambios finales, incluso Van Geel, su sustituto, debió bajar a la defensa y salir otro tercer suplente para hacer bulto en punta. Por todo ello, bastante hizo Arnesen con forzar hábilmente el penalti del empate, tras el favorable al Atlético que hacía justicia. En la prórroga sólo hubo cansancio general, y menos mal que los penaltis dieron el merecido trofeo al cuadro rojiblanco, inesperado y sorprendente tras lo visto días anteriores. Con esa lucha, evidentemente logrará cosas, aunque la falta de calidad (e incluso de habilidad cara al gol, al no estar disponible en un mes, por su sanción, Rubén Cano) aún parece evidente.

El CSKA, tercero

El CSKA ganó el tercer puesto, también por penaltis, al Internacional, que volvió a dar otro recital de juego preciosista e ineficaz. Como el rival fue más flojo que el Ajax el martes, el equipo brasileño consiguió empatar a dos después de ir perdiendo por 2-0. Sin embargo, fue peor incluso en los máximos castigos y cayó por 6-5, tras nueve lanzamientos de cada bando.

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