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Crece la tensión en los medios pesqueros vascos

La tensión imperante en el sector pesquero español, derivada, en primer lugar, de las discrepancias entre los pescadores y la Administración respecto del reparto de licencias para faenar en las doscientas millas comunitarias, tiende a acrecentarse en los próximos días, especialmente en los puertos del litoral norte de la Península, como consecuencia de la paralización de la flota atunera que faena en las costas de África.Desde hace dos meses, las embarcaciones españolas que faenan frente a las costas africanas, en aguas de Sierra Leona y Costa de Marfil, padecen las consecuencias de la falta de suministro de fuel-oil, derivada de las restricciones energéticas impuestas por las autoridades de ambos países. Estas restricciones comenzaron a implantarse a raíz de las dificultades surgidas en el mercado mundial de crudos, como consecuencia de la interrupción en las exportaciones petrolíferas de Irán. Los Gobiernos de los dos países africanos adoptaron de inmediato la decisión de interrumpir el suministro de combustible a las flotas extranjeras que habitualmente se abastecían en sus puertos.

Los representantes de los armadores afectados por la interrupción del suministro se dirigieron de inmediato a las autoridades españolas en demanda de apoyo para evitar la paralización de la flota atunera española en aguas africanas. El Gobierno prometió en aquella ocasión estudiar el tema, comprometiéndose posteriormente a enviar dos buques petroleros de la flota de CAMPSA para garantizar el suministro de los pesqueros españoles. Sin embargo, la promesa no se ha cumplido todavía, y la situación de los 207 pesqueros que, con una tripulación total de 7.000 hombres, permanecen en aquellas aguas tiende a agravarse.

Según fuentes de los armadores, las reservas existentes quedarán agotadas el próximo día 16 del presente mes de abril, sin que existan perspectivas de un cambio de actitud por parte de las autoridades africanas respecto al suministro de fuel-oil. Las mismas fuentes señalan la decisión de los armadores de iniciar acciones de presión sobre el Gobierno en esa fecha, si antes no se han adoptado las medidas oportunas para garantizar el suministro a los pesqueros españoles.

El grado de discrepancia entre los sectores pesqueros y la Administración respecto al reparto de las licencias otorgadas por la Comunidad Económica Europea (CEE) para la flota española tiende a incrementarse, según fuentes de los diversos puertos afectados por dicha distribución. Hasta el momento, sólo cuatro de las doscientas licencias otorgadas por la Comunidad para los meses que restan del presente año han sido entregadas en los puertos del Cantábrico, según las mismas fuentes. Estas licencias han sido entregadas en el puerto de Ondárroa y, al parecer, no podrán ser utilizadas hasta el próximo día 11, en virtud de la fecha de vigencia estampada por las autoridades comunitarias.

Los pescadores achacan el retraso en la distribución a la Administración española y, concretamente, a la Subsecretaría competente del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, de cuya postura negociadora han hecho blanco frecuente de críticas en cada ronda de conversaciones hispano-comunitarias.

La CEE ha otorgado un total de doscientas licencias pesqueras a la flota española hasta final de 1979, frente a las 240 vigentes durante los últimos meses del pasado año y los tres primeros del presente. Estas doscientas licencias se reparten entre 190 para el arrastre y otras diez para el palangre.

Varias cofradías de pescadores se han mostrado disconformes con la fórmula empleada en el reparto, propugnando como alternativa una división de licencias por el número de barcos de cada puerto.

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