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El Gran Oriente mató a Calvo Sotelo

«Don Urbano niega cualquier relación de la masonería con los asesinatos que tradicionalmente se le han venido imputando. «Pero le diré algo interesante -indica-. El 9 de mayo de 1936 mataron a Faraudo en la calle del Conde de Peñalver. Me encargaron hacer un escrito para Díaz Criado, que era de Gil-Robles, en que condenábamos el derramamiento de sangre del compañero. Le participábamos que si se volvía a repetir algo igual procederíamos nosotros de igual forma con un personaje político. El 12 de julio del 36 asesinaron a Castillo. Entonces nos reunimos y dijimos que había que cumplir lo dicho. Cogimos la camioneta de asalto, en la que iba el capitán Condés, y fuimos a buscar a Goicoechea, el jefe de los monárquicos. Goicoechea no estaba en su casa. Dijo Condes que fuéramos a por Gil-Robles. En su casa de Serrano no estaba. Al pasar por la calle de Velázquez dijo un guardia que allí vivía Calvo Sotelo. Se subió a su casa, se le cogió y se le llevó detenido en la camioneta de asalto. En la calle de Alcalá un guardia de asalto le pegó un tiro en la nuca. Después se dejó el cuerpo abandonado en el depósito del cementerio del Este, diciendo que se trataba del cadáver de un barrendero.» inspector general del Gran Oriente.)

24 septiembre

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