Unas 180 empresas del metal han abandonado el convenio del sector en Vizcaya
Unas 180 empresas se han descolgado del convenio del metal de Vizcaya, oficialmente homologado el pasado 22 de julio. Aunque en su mayoría se trata de empresas pequeñas y medianas, se da la circunstancia de que entre ellas figura la totalidad del sector del montaje, algunas de cuyas empresas tienen plantillas elevadas.
Los empresarios se han acogido para descolgarse del convenio a las posibilidades que ofrece la ley en caso de que las alzas pactadas superan los niveles fijados en el pacto de la Moncloa. Las centrales sindicales se han dirigido con este motivo al delegado de Trabajo en funciones solicitando que la Delegación Provincial requiera oficialmente a las citadas empresas para que presenten sus libros de cuentas, a fin de determinar las masas salariales respectivas sobre las que deben calcularse los aumentos correspondientes. El delegado de Trabajo ha denegado la solicitud y ha ofrecido como única solución legal la declaración de conflicto colectivo en cada empresa.Los miembros de las centrales componentes del comité negociador han rechazado a su vez esta propuesta, estimando que la negociación debe ser global, como lo fue durante la discusión del convenio. Los trabajadores consideran particularmente importante este aspecto en lo relativo al sector de montaje.
Con el fin de buscar un acuerdo, el próximo martes se celebrará una reunión entre los representantes de los trabajadores y la patronal, en presencia de una delegación de la Confederación de Empresarios de Vizcaya (CEOE), que aprobó en su día los términos del convenio. Fuentes sindicales expresaron ayer su temor de que el argumento adelantado por las empresas descolgadas, centrado únicamente en la cuestión de las dietas por desplazamientos u otros motivos, sea utilizado por una parte del empresariado para no aplicar el resto de los puntos pactados en julio.
Las mismas fuentes opinaron que el fondo del problema reside en el hábito, ampliamente extendido en las pequeñas empresas del sector, de satisfacer salarios reales más elevados que los declarados a fin de cotizar menos a la Seguridad Social. Las disposiciones tendentes a cortar con esta práctica acordadas en el convenio han hecho que una parte de los empresarios se muestre reacia a aplicar lo pactado.
