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Argentina'78

Italia acusa a Austria de dejarse sobornar

El tema de los intentos de soborno es mundial y no iba a estar fuera de este campeonato. Ante el partido de hoy con Austria los italianos han dejado correr el rumor -desmentido por los centroeuropeos, naturalmente- de que Senekowitsch y sus muchachos percibieron dinero de Brasil y Holanda por perder sus dos últimos partidos.Las discrepancias iniciales en la selección austríaca entre Max Merkel y Helmut Senekowitsch se zanjaron con la marcha del primero hacia su país, según estaba previsto en la versión oficial. El hecho real es que el entrenador seguía molesto por la negativa de su Federación a renovarle el contrato al fin del campeonato y los jugadores se unieron a él en sus reivindicaciones, entre otras cosas, porque le tenían simpatía y la mayoría de ellos se irá a jugar al extranjero la próxima temporada, sin tener ya nada que temer en cuanto a sanciones.

El partido con España salió bien y una vez derrotada la decepcionante Suecia -que pareció mejor de lo que en realidad era al empatar con el desastroso Brasil- el papel de Austria estaba más que cumplido. El extraño juego -por denominarlo de alguna forma- que practicaron los austríacos frente a Brasil dio ya lugar a muchas suspicacias. Italia, que debe ahora golearlos como Holanda el pasado miércoles, ha investigado bajo cuerda y sus conclusiones pueden convertirse en escandalosas sise confirman. La eterna cuestión es que comprobar algo así es muy difícil y nadie se prestará a hablar. El mundillo del fútbol está lleno de pecadores que difícilmente se atreven a tirar la primera piedra, para que no pueda perjudicarles el rebote. En España acaba de haber un ejemplo con el Betis-Rayo.

La sensación que existe aquí en Buenos Aires, desde luego, es que Austria, sin oportunidades ya en el Mundial, está en disposición de venderse al mejor postor. No se puede olvidar que tras el empate entre la RFA e Italia, y derrotada ampliamente por Holanda, se ha convertido en una llave importantísima para los dos primeros equipos.

Siempre la publicidad

Como los sucesos tampoco vienen solos, cabe añadir aquí en este apartado que el cambio de las camisetas por parte de Francia en el partido contra Hungría, hecho insólito en el Mundial, no fue debido a un descuido, sino a la publicidad. Los jugadores galos se negaron a vestir con su habitual camiseta azul, porque la casa publicitaria no les había pagado lo estipulado. Por eso jugaron con unas blanquiverdes, descoloridas y sin los números diecisiete al veintidós, del club marplatense Kimberley.

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