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Condena unánime del cierre patronal previsto en el Bajo Llobregat

La decisión empresarial adoptada en el transcurso de la asamblea de SEFES -patronal de la comarca del Bajo Llobregat- consistente en realizar un día de lock-out o cierre patronal por cada día de huelga obrera, ha provocado la reacción contraria de las centrales sindicales, encontrando asimismo un eco desfavorable en otros sectores de la patronal catalana. Asimismo, la postura de los empresarios integrados en SEFES ha merecido la desaprobación por parte del ministro de Trabajo de la Generalidad de Cataluña, Joan Codina.

Veinticuatro horas después de que se hiciera público el acuerdo de SEFES, la Unió Comarcal de CCOO del Bajo Llobregat -central mayoritaria en la zona hacía público un comunicado condenando esta actitud. «Los trabajadores -dice el comunicado de CCOO- harán una respuesta adecuada si se lleva a la práctica esta medida.» Carlos Navales, secretario general de CCOO en la comarca ampliaba el contenido del comunicado manifestando a EL PAIS que «esta actitud empresarial viene dada por los enfrentamientos entre la misma patronal y por el acercamiento de estos empresarios a los presupuestos de Alianza Popular». El dirigente sindical expresó asimismo que este tipo de presiones empresariales tomaban cuerpo debido a las actitudes de empresarios como Luis Olarra, «el cual está llamando -dijo- a la involución política, haciendo incluso veladas insinuaciones al Ejército».Dirigentes de la UGT de Cataluña expresaron asimismo su confianza de que el cierre patronal no sería llevado a la práctica. «Los empresarios del Bajo Llobregat -indicaron- no secundarán una acción de este tipo, ya que perjudica por igual a obreros y empresarios, principalmente a quienes tienen problemas económicos en sus empresas.»

Medida reaccionaria

Para la citada central sindical, la acción está motivada por parte del sector más reaccionario del empresariado y precisamente en un momento en que las centrales actúan con la máxima responsabilidad.El tema fue objeto, asimismo, de comentario por parte de Nicolás Redondo, quien llegó ayer a Barcelona para participar en el congreso confederal de la UGT. «La decisión de ir al lock-out -dijo Nicolás Redondo- no se corresponde con la actuación racional de las centrales. De llevarse a la práctica puede ser muy peligroso. Si hacen lo anunciado e enfrentamiento parece inevitable. Su actitud es excesivamente emocional y puede agravar la situación del país.»

La patronal catalana también se opone

Por otra parte, fuentes altamente responsables del Fomento del Trabajo Nacional -la patronal catalana más importante señalaron que el camino anunciado por SEFES no era el más indicado para lograr el deseado entendimiento entre capital y trabajo. «No podemos ser tremendistas -afirmaron- en momentos como el actual. Pese a nuestras discrepancias con las centrales obreras, hemos de buscar el diálogo siempre que sea posible. La actitud de SEFES sólo es comprensible en el caso de que esta organización intente buscar un protagonismo que realmente no tiene.»Por último, es conveniente afirmar que la actitud de rechazo a la propuesta de SEFES es compartida por el ministro de Trabajo de la Generalidad, Joan Codina. Codina manifestaba ayer a EL PAIS que la propuesta de SEFES era preocupante. «No creo que sea la mejor manera de logra un entendimiento; lo que hay que hacer es abrir un diálogo franco y por medio de ese procedimiento buscar soluciones concretas a la problemática laboral.»

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