Que paguen los difamadores
A un líder sindical británico, llamado Chapple, le han tenido que pagar 3,5 millones de pesetas los escritores de un folleto que le criticaba en términos injuriosos, según leo en la prensa inglesa.El señor Chapple es secretario general del sindicato de electricistas y fontaneros, y además es conocido como anticomunista. Contra él dirigieron sus criticas gentes de la extrema izquierda. Los ataques se pasaron de la raya y los tribunales ordinarios han puesto precio a la ofensa: 3,5 millones, como ya se ha dicho.
Si repito la cifra es para subrayar la manera práctica que tiene la justicia británica de disuadir a los difamadores.
Me pareció muy importante para nuestra democracia el artículo de Julián Marías en EL PAÍS (24-2-78) sobre el tema de la difamación como sistema de ataques en la impunidad. Pero alegatos tan valientes como el de Marías se quedarán en aguas de borrajas mientras nuestra legislación penal no tome buena nota.