Justo triunfo del Athletic de Bilbao
El rojiblanco, evidentemente, no es el color de moda. Los dos Atléticos ofrecieron ayer un mal partido de Copa, aunque el vasco, que vistió de azul, se mostró mucho mejor. Incluso perdió una gran oportunidad de golear a su enfermizo rival.El primer tiempo fue soporífero y transcurrió entre un continuo rosario de fallos. El árbitro se equivocó al no señalar un penalti de Guisasola a Rubén Cano, que pudo cambiar el rumbo del partido, al haber obligado a abrirse al Bilbao, ya con 2-0 en el marcador, pero no se le puede censurar que pitara el que supuso el empate, para el Athletic. Los vascos, sin hacer nada del otro jueves, fueron al principio más prácticos. Después, superiores en orden y al contraataque.
El Atlético, que empezó bien y notó en el centro del campo la entrada de Robi y el paso de Leal a su sitio habitual en el lado izquierdo, acabó descomponiéndose antes del descanso. Salvo el gol del mismo Leal y la jugada del penalti, únicamente Ayala enjugada totalmente individual disparó a puerta con cierto peligro. Un total, pues, bien pobre como para exigir un mejor resultado. En la segunda parte el Athletic de Bilbao acabó por sentenciar el partido con toda justicia al pillar a contragolpe al desordenado Atlético.
Si las luchas centrocampistas Irureta-Alberto y Leal-Villar quedaron igualadas, no sucedió así con Robi-Churruca, pues el bilbaíno acabó campando por sus respetos, forzó el penalti del primer gol y dio el segundo. En el resto de marcajes la ventaja, quizá por el menor número de fallos, en un partido con pocas jugadas de mérito, correspondió al Athletic. De esta forma pudo organizar algún contraataque con hechuras. No los terminó tampoco, pero es que el Atlético ni siquiera los empezó.
El equipo de Luis, aparte de jugar con lentitud, no encuentra las aperturas necesarias para un fútbol con ambición, simplemente porque nadie en el equipo es capaz de abrir nada. Ayer tampoco Alberto. Por otro lado, varios de sus hombres parecen haber perdido el «punch», hablando en términos boxísticos. Pereira, por ejemplo.
El Athlético ya no sólo pierde en la Liga, sino también en la Copa. Su enfermedad parece incurable y ayer pudo, ante un rival con más aspiraciones acabar goleado.
