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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Motoristas antiecológicos

Hace unos días leí en su periódico el informe de la Federación del Movimiento Ecologista (10-12-77), y en el estudio elaborado por la secretaría provisional de este movimiento aparece como primer artículo el párrafo siguiente, que forma parte del texto a incluir en la Constitución española:1. Toda persona tiene derecho a vivir y trabajar en aquellas condiciones medio ambientales que permitan su pleno desarrollo físico y síquico.

Sigue, a continuación, una exposición esperanzadora de posibilidades y soluciones sobre este tema, unas alusiones al artículo 66 de la Constitución de Portugal, que son un ejemplo de civismo y respeto.

Pues bien, en la calle del General Alvarez de Castro, acera de los impares, que termina en la glorieta, se comete desde hace unas semanas una violación total del derecho del ciudadano a trabajar o descansar (sin hablar ya de algún enfermo que habite en la superpoblada calle) durante gran parte del día y de la noche.

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Un grupo de muchachitos, que no vive precisamente en la calle, turnan sus habilidades motoristas en unas cuatro motos pequeñas, de las del tipo Derby-Cross, y se dedican a recorrer la acera, que tiene árboles y bancos y una cierta anchura, frenando y forzando las revoluciones de sus máquinas para conseguir trepar con ellas a los bancos o ponerlos de pie, como si fueran caballos.

El ruido es tan ensordecedor que yo a esas horas no sólo tengo que abandonar mi trabajo, sino también la casa, puesto que el estruendo llega a todos los rincones y no hay sistema nervioso que lo aguante. Los niños que juegan ahí a esas horas están en continuo riesgo de ser atropellados.

Por qué se permite la circulación de estos vehículos? ¿En nombre de qué interés se tolera que estos chicos sitúen en la acera y calle su solar de entrenamiento, recorrido hasta treinta veces el tramo calle-glorieta, entrando en la acera, donde juegan los niños, y tomando como meta de sus aceleraciones insufribles los bancos que ya empiezan a estar inservibles? ¿Por qué una persona tiene que sufrir esta agresión en su trabajo y salud un día y otro? He llamado a la Unidad de Protección Ecológica y es verdad que han acudido con prontitud y celo, pero si en ese momento los chicos se esconden se van sin lograr cogerles en sus fraguras deportivas y el martirio sigue.

y varios vecinos más

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