Indignación por la muerte del estudiante
A última hora de la tarde de ayer fue enterrado en el cementerio de Las Palmas el cadáver del joven Javier Fernández Quesada, estudiante muerto por un disparo de la Guardia Civil durante los incidentes registrados en la Universidad de La Laguna, de Tenerife,con motivo de una pretendida huelga general convocada por grupos radicales canarios para protestar por la grave situación social que vive la isla. Unas 2.000 personas, la mayoría estudiantes, acompañaron los restos mortales de Javier Fernández. Un clima de indignación era palpable en las islas.
El cadáver, según informa nuestro corresponsal Diego Talavera, llegó por vía aérea a Las Palmas rodeado de un gran sigilo. Fuentes dignas de crédito manifestaron que aunque las autoridades intentaron que el sepelio se produjera en la intimidad familiar, el padre de la víctima se opuso a esta petición y manifestó su voluntad de que se realizara normalmente. Como los vespertinos canarios ya se encontraban en la calle, una emisora local difundió. ampliamente durante dos horas el momento del sepelio. El acto se desarrolló con serenidad, pero la tensión emocional era extrema. A lo largo del recorrido efectuado por la comitiva aparecieron varias pancartas en las que se podía leer Javier, exigimos justicia y No más disparos al aire. Muchos de los asistentes portaban la bandera canaria en la solapa con un crespón negro. La Policía Municipal facilitó el paso de la comitiva, en una hora en que el tráfico era intenso.A la salida del cementerio un gran número de asistentes se dirigió en manifestación por las calles de Las Palmas. Hubo gritos contra los responsables del orden público y se pidió la dimisión del ministro del Interior. Ningún parlamentario asistió al entierro.
En Tenerife se vivió ayer una, jornada de calma relativa en medio de un gran despliegue policial en el que colaboraron los refuerzos llegados de la Península por vía aérea. La Guardia Civil fue retirada de La Laguna después de que durante la noche fueran tiroteados un jeep y un cuartel de este cuerpo.
En diferentes calles de la localidad tinerfeña de La Laguna, según informa Europa Press, volvieron a reproducirse los enfrentamientos con la fuerza pública pasadas las siete y media de la noche. Grupos reducidos de personas empezaron, al hacerse de noche, a realizar saltos, levantando barricadas y lanzando algunos objetos contra dichas fuerzas.
En el curso de estos incidentes, dos fotógrafos de la plantilla de Diario de Avisos, Alberto Miranda y Enrique Serrano, este último también corresponsal de Europa Press, fueron golpeados por la Policía Armada.
Los fotógrafos han declarado que recibieron golpes mientras buscaban sus credenciales. Una vez que mostraron éstas -añaden-, la policía se las hizo poner en la boca, y al señor Miranda le empujaron el camet, con lo que le produjeron un corte en el labio. «A ver si ahora seguís sacando fotos», les decían los efectivos policiales, y posteriormente la policía les rompió la máquina.
Para hoy está convocada una jornada de lucha en Santa Cruz de Tenerife, que no es suscrita por UGT y Comisiones Obreras.
Páginas 17 y 18.
Editorial en página 6
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