La Comunidad Económica Europea acentúa su proteccionismo contra productos españoles
Restricciones a los productos textiles y previsible reducción de facilidades concedidas en el mercado británico a las naranjas españolas pasan a engrosar el capítulo de proteccionismo y dificultades comerciales que la Comunidad Económica Europea viene aplicando a España en los últimos tiempos. La resolución contra los textiles españoles se ha tomado en un momento en que la conferencia internacional del GATT se encuentra suspendida en Ginebra, por la negativa de los representantes comunitarios a prorrogar el actual acuerdo multifibras. En un momento en que España sé plantea seriamente su demanda de adhesión a la CEE, las posiciones de los nueve, y muy especialmente de Francia e Italia, se endurecen notablemente. Los casos de la pesca y las exportaciones de acero, vinos, etcétera, son igualmente ilustrativos del actual espíritu comunitario.
La Comisión Europea aprobó ayer una serie de medidas destinadas a limitar la entrada de productos textiles en la CEE. Aunque las medidas van, principalmente, contra los productos originarios de países del sureste asiático también afectan a España.La CEE fija los siguientes cupos para España, para el período del 1 de julio al 31 de diciembre de 1977: 1.275 toneladas de hilos de algodón, con destino a Francia; 1.532.000 unidades de camisas, camisetas y similares, con destino a la RF de Alemania; 1.350.000 unidades de los mismos productos con destino a Francia y 1.317.000 unidades siempre de camisas, camisetas y similares, con destino a los países del Benelux.
Por el momento, estas son las restricciones que afectan a la exportación textil hispana, hacia los mercados de la CEE. Se sabe que Francia ha solicitado incluir nuevas restricciones para otros productos.
Jurídicamente, la Comisión se apoya en el articulado del acuerdo comercial España/CEE.
Las limitaciones para España suponen una estabilización, obligada, del nivel de exportaciones que se realizaron durante el segundo semestre de 1976.
La oleada proteccionista comunitaria podría complicarse si se aprueban nuevas normas que conduzcan a la negociación de acuerdos de autolimitación de ventas textiles a la CEE, por parte de países no miembros.
