Censurando a la censura
En el número de ese diario (del que soy asiduo lector), correspondiente al día 17 de los corrientes, aparece un artículo firmado por Angel S. Harguindey titulado «La censura cinematográfica vuelve al ataque», con cuyo contenido coincido sustancialmente, si bien discrepo en lo que se refiere a la afirmación de que «los funcionarios de la Dirección General de Cinematografía han tenido a bien prohibir una película, Pantaleón y las visitadoras..., así como que no admiten la posibilidad de que el espectador nacional pueda contemplar otras películas cuyos títulos se citan..Baso mi discrepancia en esa generalización que contiene el artículo que comento en que, como funcionario de la citada Dirección General Gefe de la Sección del Registro de Empresas Cinematográficas), puedo asegurarle que, bastantes funcionarios de este Centro Directivo no sólo no tenemos la menor relación con la censura, sino que somos decididos defensores de la libertad de expresión y, por consiguiente, partidarios de la desaparición de la censura admínistrativa, sin que dicha libertad encuentre otros límites en su ejercicio, como ocurre en casi todos los países libres y democráticos, que los que impliquen infracción de los preceptos del Código Penal.
