El título de Liga se aleja del Barcelona
Para el Barcelona el título de Liga comienza a ser una carrera contra el reloj. Tras la derrota en El Plantío -el nuevo encargado de lanzar los penalties, Cruyff, falló en su segundo turno- son cuatro los puntos que le separan del líder. El Valencia, aspirante en el comienzo de la Liga a la adjudicación del campeonato, volvió a tener un traspie en Mestalla. Esta vez fue el Sala manca el beneficiario del empate. Zaragoza, frente al Athletic, y Racing, frente al Español, no lograron superar el peldaño de los veintitrés puntos en que se encuentran. Si el Celta ganara el partido que tiene pendiente con el Málaga, maños y montañeses acompañarían a los malacitanos en los puestos de descenso a Segunda División.
El árbitro, agredido en El Plantío
, En un terreno de juego totalmente impracticable a causa de las últimas lluvias, y aderezado además, según el colegiado Fernández Quirós, por la acción de las mangueras, el Burgos y el Barcelona se entregaron durante noventa minutos en un partido capital para los dos equipos. Demasiado poco juego, demasiado barro y muchas más fuerzas en el Burgos que en el Barcelona. Michels calificaría el campo, como «apropiado para las luchas entre gladiadores y leones», y Marcel Domingo se quejó de la actuación arbitral que «provocó los escándalos posteriores». Para él, «Michels y Cruyff están instigando a los árbitros».
El encuentro, que comenzó con pendones de Castilla y acabó con agresiones contra el equipo arbitral, no tuvo apenas historia futbolística. EI árbitro con hematomas por la mayor parte del cuerpo, un linier semiinconsciente al entrar en los vestuarios, y presidente del Burgos, Martínez Laredo, según un certificado médico de la clínica de la Cruz Roja, con conmoción cerebral, fruto, al parecer, de un golpe propiciado con el banderín por un linier, cuando el presidente, que había bajado al foso de entrenadores, a raíz de señalarse el penalti en el último minuto, se dirigia hacia el árbitro uná vez finalizado el encuentro. No sabemos las intenciones que llevaría Martínez Laredo. De todas maneras se ha presentado denuncia en comisaría por parte del Burgos. En el partido, pocas, muy pocas ocasiones de gol y una sola aprovechada finalmente por Quini después de una sorprendente jugada de Juanito, que sigue salvando al Burgos de casi todos sus problemas. Muy bajo el Barcelona en casi toda sus líneas y especialmente en la defensa: demasiados goles en los últimos partidos para un pretendido campeón de Liga. El penalti fallado por Cruyff puede ser demasiado importante de cara a la final del campeonato.
Los marcajes salmantinos anularon al Valencia
El Valencia volvió a ceder, esta vez ante el Salamanca, un punto en su campo. El férreo marcaje, perfecto por otra parte, de los charros anuló las posibilidades de los jugadores de Mestalla. D'Alessandro fue de nuevo el pilar defensivo de una zaga superpoblada. El Salamanca no arriesgó nunca.
El Sevilla-Hércules, modelo de fútbol aburrido
El encuentro no pasó de ser un modelo de aburrimiento. Los alicantinos nos pusieron todo su empeño en destruir el pobre fútbol que hacía el Sevilla. El gol recompensó al cuadro que jugó menos mal.
Carnevali, magistral en Elche
Carnevali fue la pieza clave del encuentro Elche-Las Palmas. Sus paradas evitaron a su equipo un mayor número de goles en contra. Incluso detuvo un penalti ejecutado por Gómez Voglino. El dominio ilicitano se frustró bajo el portal del Las Palmas.
Al Athletic le sobraron siete minutos
A los cuatro minutos de juego Arrúa abrió el marcador para el Zaragoza. En la primera mitad el cuadro maño mereció algún otro gol. La reacción de los bilbaínos obtuvo su fruto en las postrimerias del encuentro. Churruca empató el encuentro en plena línea descendente del equipo de Muller.
El Español sufrió demasiado frente al Racing
El Español apuntaló la victoria en media hora de juego. Hasta entonces el juego trenzado de los blanquiazules había imperado. Con la retirada de Caszely el fútbol local comenzó a ceder para permitir al Racing acercarse en el marcador hasta el punto de rozar la igualada.
