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Baloncesto

Estudiantes luchó contra lo imposible

Ante unos graderíos repletos de público, los dos equipos deleitaron a una afición que se entregó por completo a sus respectivos colores. Los dos entrenadores dispusieron de salida idéntico sistema: defensa de asignación que coincidía en ambas zonas. Las parejas queda-ron así: Gonzalo- Brabender, M. García-Walter, Pinedo-Corbalán, Beltrán-Cristóbal y Gregg-Luyk. Las luchas en ambas zonas eran terribles, pero'pronto se dejó ver que los madridistas superaban claramente a sus respectivos pares.En el minuto ocho, José Ramón Ramos ya se inquietó por primera vez y solicitó tiempo (13-22). Pero el Madrid ya había puesto diferencia en el marcador y aunque José Luis ocupó la plaza de Mar ano García nada se solucionó. Posteriormente Gil y López cogieron los puestos de Pinedo y Gonzalo,al que ya a esas alturas (minuto dieciochó y veintinueve y 45 en el marcador) Brabender había conseguido aburrir con una defensa sin fisuras en la que el menor de los Sagi-Vela no acertó a penetrar. El descanso se alcanzó con 3353.

73, Estudiantes

30 canastas de 71 intentos (42,2 %). 13 tiros libres convertidos de 19 lanzados (68,4%). 16 faltas personales. Jugaron: Pinedo (5), López (10), Gil, Gregg (34), Cambronero, J. L. Sagi Vela (6), Beltrán (8), M. Gárcía (4), G. Sagi-Vela (6).111, Real Madrid. 51 encestes de 85 lanzamientos (60 %). 9 tiros libres transformados de otros tantos intentados ( 100 %). 18 faltas personales. Jugaron: Brabender (2 l). Ramos (8), Cristóbal (22), Paniagua, Walter (27), Corbalán (1 l), Luyk (10), López Iturriaga (2). Arbitros: Los señores Páez y Echarren. No pasaron de discretos.

En la segunda mitad ya no hubo color, el marcador fue en aumento favorable a los blancos y aunque Estudiantes lo intentó todo, la superioridad de los de Lolo Sáinz quedó tan patente como al final reflejaba el resultado 73-111.

Los madridIstas completaron un encuentro soberbio, formidablemente planteado desde el banquillo y con correspondencia absoluta en el campo. Corbalán dirigió con mano maestra. Brabender descon certó por completo a Gonzalo que sólo hizo dos canastas (la primera en el minuto veintiocho) y Cristóbal y Walter apoyaban con gran acierto en el tiro y en la lucha bajo los tableros, donde Luyk era el coloso que superaba casi siempre al gigante estudiantil Gregg. El partido de Clifford fue completo lástima que apenas comenzado el segundo tiempo cayera lesionado y tuviera -que salir en brazos de sus compañeros. Afortunadamente su lesión no reviste la gravedad que en un principio se temió.

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