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Reacción obrera ante una supuesta malversación de la caja de resistencia

El conflicto de la construcción alcanzó ayer -cuando se cumplían veintitrés días de huelga- un cariz delicado a causa de una información aparecida en el periódico La Gaceta del Norte, de Bilbao, en la que dicho diario se hace eco de las declaraciones de un presunto trabajador de la construcción que afirma que el dinero recogido hasta la fecha, por las cajas de resistencia no se reparte entre los parados por ir a parar a manos de los dirigentes del conflicto.

«Eso es totalmente falso -declaraba por la mañana Pedro Solabarría, de la comisión gestora de los trabajadores, a nuestro periódico- El dinero recogido se está repartiendo religiosamente. En las cajas de resistencia de las zonas de Basauri. Bilbao, Durango y márgenes derecha e izquierda del Nervión, se lleva a cabo minuciosamente cada día el recuento del dinero obtenido. La labor la realizan equipos de ocho personas integradas por inspectores, cajeros y contables que llevan las cuentas al céntimo. Estas son públicas. Los nombres de los beneficiados con el dinero de estas cajas, por su puesto, no los hacemos públicos pero existe a disposición de los desconfiados una ficha con la precisa relación de las personas a las que se les ha dado dinero.»

Reacción inmediata

La reacción de los trabajadores de la construcción ante la información del ya citado periódico, fue inmediata. En la asamblea de zona de la margen izquierda se quemaron ayer por la mañana ejemplares de la Gaceta del Norte mientras, como sucedía en las restantes asambleas de zona, se hacían públicas las cifras de dinero recogido a lo largo de toda la huelga. Según estos datos se ha repartido hasta la fecha alrededor de un millón de pesetas entre 345 familias afectadas: 140 en Bilbao, cincuenta en la margen derecha, 133 en la izquierda, veinte en Basauri y el resto en Durango, Bermeo y otras localidades de la provincia. En caja quedan en estos momentos -según se afirmó en las asambleas de ayer- dos millones de pesetas, incluidas las 600.000 pero no en fondo provincial de fábrica.«El dinero -afirma Pedro Solabarría- procede de festivales universitarios, recaudaciones en campos de fútbol, mesas petitorias -oficialmente permitidas-, asociaciones de familias, colectas en los tajos de las fábricas... Ni las organizaciones sindicales ni los partidos nos han dado una peseta. Las gentes que piden dinero por la calle van provistas de carnets numerados que son controlados por un servicio de inspectores para que no haya aprovechados. Tenemos en estos momentos alrededor de quinientos trabajadores con este tipo de carnet.»

Durante la mañana de ayer se produciría en Erandio una manifestación de mujeres y familiares de los parados que, con pancartas tales como «Los trabajadores piden negociar, los patronos no», recorrieron durante más de una hora las principales calles de la localidad.

A la una y media del mediodía, alrededor de un millar de trabajadores de la construcción se congregaban ante el edificio de La Gaceta del Norte para hacer patente su protesta por la información aparecida en sus páginas sobre las cajas de resistencia. Un miembro de la comisión gestora subió a la redacción del periódico para hacer entrega de un escrito de protesta -con ruego de publicación- en el que se refleja la opinión de los trabajadores y el estado de cuentas de las cajas de resistencia.

Para las cuatro de la tarde había prevista una reunión oficiosa entre empresarios y trabajadores que no llegó a celebrarse. Al parecer, a última hora ha surgido la negativa de las grandes empresas -reunidas en el grupo SEOPAN- a todo tipo de negociación.

A las siete de la tarde de ayer, 150 trabajadores de la construcción se recluían en la iglesia de San Antón de Bilbao para iniciar un encierro indefinido. Diez de ellos realizan huelga de hambre. En el campanario de la misma iglesia apareció una gran pancarta con la frase «Pueblo de Vizcaya: solidaridad con los trabajadores de la construcción».

Casi a la misma hora en Santurce se celebraba una asamblea general provincial tras la que se inició una manifestación de varios miles de personas que portaban alrededor de treinta pancartas.

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