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La primera fábrica de tábaco canario totalmente destruida por un incendio

Un devastador incendio destruyó al atardecer del jueves la fábrica de tabacos y cigarrillos Récord, la más importante de las islas Canarias, por causas aún desconocidas. El fuego comenzó un cuarto de hora más tarde de la salida de los 600 operarios de la fábrica, en la zona norte del edificio, donde habitualmente se acumulan las basuras del día. Por el momento no hay cifras oficiales de las pérdidas, pero se estiman cuantiosas, ya que la maquinaria era muy moderna y mucho el tabaco almacenado. Las cifras barajadas hasta el momento están entre los 1.000 y 1.500 millones de pérdidas.

El guardián de turno se percató de cómo salía humo por unas ventanas de la fábrica. Inmediatamente aviso a un compañero y, ante la imposibilidad de apagar el fuego, pasaron aviso a los bomberos de Santa Cruz, quienes al parecer se presentaron media hora más tarde con dos coches motobombas que poco pudieron hacer ante la magnitud que iba cobrando el incendio. Las llamas ya habían arrasado el ala norte y avanzaban incontenibles hacia el lado sur, destruyen do toda la zona de empaquetado y de ampliación de la fábrica. Dada la escasez de agua, comenzaron a utilizarse los depósitos de Papelera de Canarias -industria colindante- y de las propias reservas de la refinería- también muy próxima-, cortándose para ello la auto pista del Sur para pasar las mangueras de agua. El fuego, en proporciones gigantescas ya, parecía en aquellos momentos imposible de dominar, ya que la fábrica ardía por los cuatro costados. Los esfuerzos de los bomberos del parque municipal eran varios ante la magnitud del incendio por lo que solicitaron urgentemente los servicios del parque de La Laguna, motobombas del aeropuerto y del servicio de extinción de la refineríaEl peligro del gas-oil

El comentario más extendido e ntre los trabajadores de la fábrica siniestrada que estaban ayudando a los bomberos en su labor, y el de uno de sus dueños, se refería al peligro que suponía el que las llamas pudieran llegara los depósitos de Gasoil de la fábrica, con capacidad para 24.000.litros, aunque nadie supiera con certeza cudntos libros había allí albergados en ese momento.

También se hablaba de la proximidad de bombonas de pyopano, aunque nos habríamos de enterar luego que la existencia estaba almacenada en los sótanos, de donde se subían as cantidades precisas para la labor diaria.

El agua serviría en esos momentos para crear una pared que evitara que el incendio siguiera progresando en e. centro del edificio, con peligro de alcanzar los sótanos donde, además de propano, se encuentra almacenada la materia prima. Para una mayor eficacia en ese cometido, fue trasladado de lugar el coche-bomba provisto de un brazo articulado y un cañón lanza-agua, que concentraría su potencia en el punto álgido del incendio que, entonces, era la zona central de la nave industrial.

Alrededor de las doce de la noche el fuego pudo ser finalmente sofocado, después de haberse anegado la fábrica con más de un millón de litros de agua. No obstante, .Un retén de bomberos quedó de guardia toda la noche, no registrándose ninguna incidencia en las siguientes horas del siniestro.

Un bombero herido

La fábrica de Récord es propiedad del Centro Industrial del Tabaqueros Asociados (CITA), cuyos únicos accionistas son los señores Zamorano, Diaz, Sabina, Urcelay y Jerez. Se hallaba en un momento muy importante de expansión, elaborándose ultímamente una media de millón y medio de cajetillas de cigarrillos diarias. Las marcas que se fabricaban eran Récord, Rex, Coronas y XXX. La fábrica estaba asegurada en tres compañías del ramo, aunque las pérdidas se estiman muy superiores al valer de las pólizas, toda vez que este año se almacenaban toneladas de tabaco en rama.

Solo hubo que registrar un bombero herido, con síntomas de asfixia, que fue retirado en tina ambulancia de la Cruz Roja, no revistiendo su estado mayores complicacaciones.

Una vez conocido el hecho se personaron en el lugar del siniestro el gobernador civil, presidente del Cabildo y alcalde de Santa Cruz junto con los bomberos de la capital, La Laguna, Los Rodeos y CEPSA, participaron en las labores de extinción fuerzas de la Guardia Civil, Policía Armada, Cruz Roja y Policía Municipal. Se da la circunstancia de que la fábrica se encuentra al margen de la autopista Santa Cruz-Laguna, a unos dos kilómetros de la capital, en medio de un polígono industrial aún no entregado al Ayuntarniento, por lo que la empresa municipal de aguas justificaba anoche que los acoples a la red general de aguas aún no estuvieran funcionarido.

Una de las mayores difícultades derivadas del siniestro para la empresa será, sin duda, la posible pérdida de mercados en la Península, donde CITA cumplía al máximo posible los cupos Impuestos por Tabalacera, e Incluso cubría los déficit de otras fábricas en cuanto a eupos se refería.

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