_
_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Increíble

No podemos decir que a primera vista parezca una buena idea esta de llamar voluntarios para clasificar el correo. Para mayor concrecion diremos que se nos antoja una increíble insensatez, probablemente adoptada con la mejor de las intenciones. En efecto, la inviolabilidad de la correspondencia, cuya garantía es esencial en todo Estado de Derecho, puede verse amenazada gravemente por la presentación de voluntarios indiscriminados y carteros de ocasión ante las delegaciones de Correos. El Código Penal señala severas penas para los funcionarios que incumplan el secreto de la correspondencia y también para los particulares encargados accidentalmente del despacho de la misma. Las penas (artículo 366) van, según los casos, del arresto mayor a la prisión mayor, y con multas adicionales de 10.000 a 50.000 pesetas.Pero pensamos que es muy difícil, en una situación así, que la Dirección General de Correos pueda garantizar la inviolabilidad absoluta. de la correspondencia, sobre todo si los particulares acuden en abundancia a distribuirla. Los carteros en huelga han dicho -y quizá con razón- que esto puede ser el caos. Entre la militarización del personal y la secularización absoluta del servicio, podía haber, parece, otras solucionés. Hoy todavía es tiempo de repensar esta medida, que puede originar males insospechados.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_