Gispert niega información económica a los trabajadores
Transcurrido el plazo que marca el artículo trece de la ley de convenios colectivos para que las empresas faciliten datos económicos en base a los cuales puedan elaborar los trabajadores sus plataformas reivindicativas en la negociación colectiva, la plantilla de Gispert continúa a la espera de disponer de dichos datos, para contraponer sus peticiones a la oferta hecha por la empresa en la negociación del convenio colectivo por ella propuesto.Las negociaciones para el convenio colectivo de Gispert -empresa que cuenta con una plantilla de más de 3.000 trabajadores- comenzaron el pasado día 10 de mayo con una oferta inicial de incrementar los salarios en un 17,04 por 100. Previamente al inicio formal de las negociaciones del convenio, solicitadas por la empresa, ésta había presentado una oferta ante el sindicato del metal que, por su ambiguedad, recibió por respuesta el silencio administrativo.
La representación social, por su parte, solicitó de la empresa datos acerca de su actual situación económica, previos a la celebración de sus reivindicaciones, en la intención de que éstas se ajustaran «a unos términos consecuentes y negociables, de acuerdo con la situación real de la empresa».
Esta petición ha sido hecha reiteradamente por los trabajadores, sin que hasta la fecha hayan obtenido los datos solicitados, pues los ofrecidos por la empresa, a juicio de la representación social, «falsean sensiblemente la situación real de las nóminas, además de excluir aspectos fundamentales para un mejor conocimiento de la economía de Gispert».
En opinión de los trabajadores, la empresa, con su actitud, pretende desembocar en un laudo, que estaría en contradicción con su ofrecimiento de negociar un convenio colectivo. Según esta misma opinión, la primera solicitud empresarial para establecer un convenio colectivo habría estado inspirado en el deseo de «coger por sorpresa a, los trabajadores, sin darnos tiempo a prepararnos para la negociación, pues la dirección de Gispert se negó a admitir un pacto para lo que resta de año, en los mismo términos del laudo dictado para los compañeros de la sucursal de Cataluña, mientras proyectábamos la deliberación del convenio que habría entrado en vigor a primeros del próximo año».
