Una Liga en una semana
El Madrid juega la primera de sus tres finales contra el Sevilla, que en enero terminó con su racha de partidos invicto, y pendiente del Barcelona que visita Las Palmas
Real Madrid y Barcelona se citan este domingo a las ocho de la tarde en dos escenarios diferentes. Los blancos reciben en el Bernabéu al Sevilla (20.00h, beIN LaLiga), en el que será el último partido en casa de la temporada. Los azulgrana visitan el campo de Las Palmas. El pulso que mantienen desde el 2-3 en el clásico del 23 de abril que permitió a los de Luis Enrique mantenerse en la pelea por el título y obligar al Madrid a horas extra de trabajo, se resolverá esta semana. Siete puntos necesita el conjunto de Zidane (que tiene un partido menos, el que recuperará este miércoles en Vigo contra el Celta) para proclamarse campeón. Si hoy derrota al Sevilla y el Barça pincha en Las Palmas, podría celebrar el título con un punto en Balaídos. Así que Chendo, el delegado del equipo, estará esta noche muy pendiente del transistor.
La plantilla volvió el viernes a los entrenamientos después del día de descanso que Zidane concedió a sus chicos tras clasificarse para la final de Cardiff. La prioridad, ahora mismo, es la Liga. Nadie quiere preocuparse todavía de la Juventus que también se juega el título esta noche en el Olímpico contra la Roma de Francesco Totti. El campeonato italiano termina el 28 de mayo (una semana antes que la cita europea en Gales) y a los bianconeri les basta un punto para ganar el sexto scudetto seguido. Es el que más sudor le ha costado (el año pasado lo consiguieron a finales de abril).
En una final que se prevé tan táctica y en un tramo final de Liga tan igualado, ahorrar energías nerviosas es básico. A Zidane le preguntaron ayer precisamente por eso. Por si tener que jugar un partido tan decisivo cada tres días, puede terminar por agotar mentalmente a los jugadores. Si el día de la agónica victoria contra el Valencia, con el gol de Marcelo en el minuto 86, reconoció que las piernas tiemblan más por ser el final de temporada y que había cierta ansiedad, ayer dijo que no. “Para nada el estrés puede afectar mentalmente. Estamos bien físicamente, bien con el estrés y bien anímicamente”, explicó el técnico francés.
Haber eliminado al Atlético y haber conseguido el billete para la final, ha dado un plus de energía al equipo, que puede conseguir un histórico doblete (no lo logra desde 1958) y puede hacer historia convirtiéndose en el primer equipo que gane dos Champions seguidas.
Zidane anunció ayer rotaciones para los tres próximos partidos (el tercero, en Málaga, el domingo que viene). Pepe se ha quedado fuera de la convocatoria —sigue con dolor en las costillas pese a llevar unos días ya entrenándose con el grupo— y Bale y Carvajal siguen con sus procesos de recuperación. Nacho podría dar relevo a Danilo en el carril derecho, mientras que Kovacic, James, Asensio y Morata podrían suplir a Isco, Kroos, Modric y Benzema.
“Queda lo más duro”
El de esta noche es el último partido del Madrid este curso en el Bernabéu. Casi seguramente sea el último de Coentrão —al que el club busca salida, más tras la previsible llegada de Theo Hernández que ya ha pasado reconocimiento médico—; podría ser también el último de James —en Colombia, la radio RCN asegura que ha alcanzado un principio de acuerdo con el United—, y de Morata, que reclama más minutos y más protagonismo en el equipo.
El Sevilla al que se enfrentará el Madrid no es el Sevilla de enero, ese equipo que aspiraba a meterse en la pelea por el título y a desafiar el duopolio Madrid-Barcelona y que terminó con la racha de 40 partidos invicto del Madrid. Se desplomó en las semanas siguientes a ese triunfo conseguido con un gol de Jovetic en el último suspiro. Sampaoli —pendiente de la oferta de la selección argentina— los exprimió tanto física y mentalmente que el equipo no aguantó. Ha remontado lo justo para asegurar la cuarta plaza que abre las puertas a los preliminares de la Champions. Al equipo andaluz (que viaja al Bernabéu sin Nasri, Escudero, Ganso, Iborra, Rami y Mariano) le basta un punto para conseguirla. El juvenil Mena es novedad.
Zidane repite el mismo mensaje de siempre: partido a partido. Asegura no pensar más allá de las próximas 24 horas. Pero sí habla ya de doblete, algo que hasta hace una semana se negaba a hacer al considerarlo algo no real. “Tal vez tengamos más posibilidades que nunca porque estamos más cerca que nunca. Estamos a cuatro partidos de intentar conseguirlo. Pero todavía no hemos ganado nada, queremos continuar con nuestro trabajo, concentración, intensidad, porque siempre habrá altibajos. Hemos sido bastante constantes a lo largo del año y esto es el fruto del trabajo de toda la temporada. Ahora queda lo más duro”, explicó ayer.
Un desafío que, como él mismo se encargó de repetir, es de todos. “Trabajamos mucho, hay mucha preparación en todo lo que hacemos, esa es mi filosofía. No sólo es mi trabajo, tengo ayudantes que me aportan su saber hacer. Todo se transmite y fomenta con los jugadores que han absorbido esas ideas desde el principio”, dijo. Y que ahora están a siete días de conseguir la Liga y a algunos más de lograr un histórico doblete.
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