Rafa Nadal, paso a paso

Mientras el cielo de Madrid escupía unas gotas que enmarañaban todavía más la zona centro de la capital, revuelta de por sí en estas fechas prenavideñas, Rafael Nadal se dirigía en la octava planta de uno de los edificios más icónicos de la ciudad a un grupo de jóvenes emprendedores. Hablaba el tenista de iniciativa y deseo, de dedicación, de que sí él ha podido llegar a ser uno de los grandes en lo suyo, la raqueta, cualquier otra persona puede conseguirlo en el ámbito que más le atraiga. Se expresaba Nadal desde ese prisma de madurez adelantada que le exige su condición de figura ejemplar del deporte y la audiencia, poblada de adolescentes y un selecto grupo de mentes pensantes que pretendían seducirle tecnológicamente, no perdía detalle.

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Durante el acto, organizado por Telefónica (Open Future), Nadal no quiso pronunciarse sobre la evolución de su muñeca izquierda, lastimada desde mayo, pero dejó constancia de que la recuperación va por el buen camino. “No quiero hablar sobre eso, porque hoy no toca, pero estoy entrenándome y eso significa que estoy bien”, afirmó el de Manacor (30 años y nueve del mundo), quien escuchó con atención cinco propuestas de startups aplicables a su academia, inaugurada oficialmente el mes pasado en su localidad natal y que funciona ya a pleno rendimiento.

“Nuestra obligación no es solo ayudar a los jóvenes a ser buenos tenistas, sino también a ser buenas personas”, subrayó. “Queremos inculcarles una serie de valores que puedan servirles para la vida. El porcentaje de los que se dedicarán profesionalmente al tenis no será muy grande, así que nuestra gran motivación es que salgan de ahí en dirección a las universidades o donde ellos quieran, pero con garantías”, agregó Nadal, quien el día anterior había acudido a un centro comercial de la Castellana para cumplir con una firma de moda y que ayer, nada más concluir el encuentro en la Academia Wayra de la Gran Vía, se marchó de inmediato al aeropuerto para regresar a casa y continuar con su puesta a punto.

Siguiendo al pie de la letra los parámetros médicos, paso a paso, el mallorquín empuña la raqueta desde hace un par de semanas. Previamente disfrutó de unos días de descanso en la Costa Azul francesa y ahora su idea es ir incrementando el volumen y la intensidad de la preparación para adquirir tono. Salvo contratiempo, Nadal arrancará la temporada en Brisbane (3 de enero) antes de afrontar el primer grande de 2017, el Abierto de Australia (16 de enero). También ha confirmado en su calendario la exhibición de Abu Dhabi (29 de diciembre) y los torneos de Rotterdam (13 de febrero), Acapulco (17 de marzo) y el Godó (22 de abril), además de las giras norteamericana sobre cemento y la europea sobre tierra batida.

A diferencia de otros años, no competirá de inicio ni en Doha ni en Dubái, puesto que su hoja de ruta priorizará la pista dura, y tampoco desfilará por la IPTL (India), donde este año solo representará al Big Four el suizo Roger Federer.

No obstante, el primer escenario en el que se le verá volver a la acción será su propio centro, la Rafa Nadal Academy, donde tendrá lugar el Campeonato de España (del 12 al 18 de diciembre). En un principio, el balear participará junto al catalán Marc López en la modalidad de dobles. “A Rafael le hace mucha ilusión que se celebren en su academia. Espero que pueda jugar con Marc. Él quiere estar aquí y ya veremos si a Marc le viene bien también”, indicó este martes por la mañana el preparador Toni Nadal, durante la presentación del evento. Junto al técnico comparecieron el presidente de la Real Federación Española de Tenis (RFET), Miguel Díaz, el director técnico de la Federación, Javier Soler, y el presidente de la territorial balear, Antoni Ferragut.