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Nairo Quintana se da una Vuelta en Aitana

Festival colombiano con Quintana campeón y Chaves en el podio

Nairo Quintana (i) entra en meta por delante de Chris Froome.
Nairo Quintana (i) entra en meta por delante de Chris Froome.JOSE JORDAN (AFP)

Colombia se metió en el corazón de España por la sierra de Aitana. Y en esa serranía se coló también un jovencísimo francés, Pierre Latour, que no corre sino que sufre, cabecea, boquea, duele y hace doler a quien le ve. Te dan gamas de sujetarle los costillares para que no se caiga de la bicicleta. Te dan ganas de darle agua para que no se arrugue. Pero sufre que te sufre, muere y resucita como un dios humano y joven. Pero Aitana era la capital de Colombia y la capital ciclista de España. Allí, en el Alto donde se ubica el escuadrón del Ejército del Aire soltó su último aliento Nairo Quintana para llevarse la Vuelta a Colombia, para dejar de sufrir después de tres mil y pico kilómetros, y tras resistir uno dos tres... cinco, siete ataques de Froome, desesperado, quizás incrédulo, nunca rendido.

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Froome y Quintana, subiendo a Aitana un sábado por la tarde, con un público emocionado y peligroso en ocasiones (Chevrier se fue al suelo porque un niño miró a la cámara). Froome y Quintana, ambos como la arena y la crema en la playa, que no hay dios que las despegue. Frotaba y frotaba Froome y la arena ni se movía. Granos de Quintana como manchas de escarlatina, que no se van, que se quedan hasta que pase el tiempo, hasta que el tiempo cambie. Y arañando granos llegaron ambos a la meta. Y de pronto Quintana da una palmada en los brazos y sacude la arenisca y llega limpio, solo, en un solo ataque para decirle a Froome que es el mejor (quién sabe si vestigios del Tour, donde la crema y la arena estuvieron tan lejos, tan distantes). Ganar a lo grande quiso Quintana tras el amago de fosfatina en la contrarreloj que prefirió llegar a los 1.500 metros de Aitana, solo, sin apósitos, colgado de ese rabo de nube al que cantó Silvio Rodríguez. Y ganar la vuelta por delante, mirando al frente, con Froome agachando la cabeza, ya dolido, no mirando el pulsómetro, que no valía entonces para nada.

Contador, sin podio

Colombia entró por la frontera de Aitana porque Chaves alcanzó el podio y se lo arrebató a Contador, que no es poco botín; pero sobre todo porque lo hizo a lo grande. Se marcó un Yates, atacando a casi 50 kilometros de la meta, sembrando el pánico. Su nube en este caso fue su compañero Howson, que hizo de enlace y le llevó lo que pudo, todo lo que pudo: solo le faltó caer al asfalto, roto, destrozado. Abrió la boca por donde en vez de aire entraba fuego y en vez de garganta quedaba el ojo de una aguja. Y entonces se marchó Chaves en busca del podio de Madrid que estaba en Aitana, la Aitana colombiana.

Clasificación general de la Vuelta tras la 20º etapa.
Clasificación general de la Vuelta tras la 20º etapa.lavuelta.com

Y por delante, estaba Darwin Atapuma, el colombiano con nombre de científico, que cazó a Luis León Sánchez y parecía volar entre las nubes. Pero no contó con el rayo francés, un muchacho, Latour, que hace de cada carrera un calvario, un lujo para los fotógrafos. Lo dejó atrás, pero volvió, lo volvió a dejar, pero retornó. Y el ciclista doliente al final saco del último músculo el último gramo para ganar la etapa. Si el ciclismo es dolor, Latour es su profeta.

Era el día de Colombia, pero sobre todo era el día de Quintana, ya ganador de una Vuelta que le había echado el mal de ojo, después de un Tour en el que se acostumbró a ver (y a perder de vista) el dorsal de Froome. Quintana estuvo arropado por medio equipo hasta que al final era un duelo de espadachines, mano a mano. Y eso que el Sky lo intentó desde el principio, intercalando ciclistas, al modo Orica, en previsión de un asalto al poder en toda regla. Pero las tácticas las planea la cabeza pero las imponen las piernas. Y las de Froome estaban más pálidas que las de Quintana. Y la táctica sucumbió a la fortaleza. Movistar respondió con todos sus peones. Y en medio el Orica hizo su trabajo y tuvo su rendimiento (el podio de Chaves). Entre todos hicieron el ciclismo que impide la siesta, el que pasa del ronquido al grito, a la exclamación, el único que da sentido a la Vuelta. La Vuelta de Quintana, el colombiano que tomó España por la frontera de Aitana.

Clasificación de la 20º etapa de la Vuelta.
Clasificación de la 20º etapa de la Vuelta.lavuelta.com

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