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Lionel Messi explotó y la FIFA interviene la AFA

El máximo organismo internacional conducirá el fútbol argentino después de las críticas de la gran estrella

Messi, Agüero y Martino.
Messi, Agüero y Martino.EFE

La FIFA decidió finalmente intrevenir en el conflicto de la AFA, sumida en una crisis de poder que ha amenazado incluso con entorpecer la participación de la selección Argentina en la Copa América Centenario. Desde Zurich, la Federación confirmó que un "comité de regulación" conducirá durante no más de un año los destinos del fútbol argentino. Al frente de esa comisión estará Damián Dupiellet, hasta hoy secretario ejecutivo de la presidencia de la AFA, a cargo de Luis Segura, quien ha sido removido de la conducción.

La intervención llegó un día después de que Lionel Messi explotó en Instagram. El astro argentino disparó contra la AFA. Mientras en el campo todo funciona incluso mejor de lo esperado, en los despachos el fútbol argentino es un desastre absoluto. Messi manifestó su malestar por la demora en el vuelo que el plantel hizo desde Houston hacia Nueva Jersey, donde disputará el próximo domingo la final de la Copa ante Chile. “Una vez más esperando en un avión para intentar salir al destino .. Que desastre son los de AFA por dios !!!!”, publicó el 10 culé. Desde la AFA no recogieron el guante: dijeron que la demora fue por una cuestión climática y responsabilizaron a la organización del certamen. Sin embargo, la crítica de Messi pone el acento en una crisis del organismo que maneja el fútbol argentino que esta vez parece terminal.

Un deuda de meses con el cuerpo técnico que lidera Gerardo Martino y con varios de los jugadores, aunque estos no quieren asumirlo; integrantes del plantel que han tenido que pagarse vuelos para llegar a los partidos de la albiceleste, problemas operativos de todo tipo y cargos que se designan a última hora y por falta de candidatos, como el de Julio Olarticoechea al frente del combinado Sub 20. Y en el ámbito local, una liga que no termina de concretarse, problemas con los arbitrajes y las barras bravas y clubes literalmente fundidos que reciben préstamos que nadie controla. A casi dos años de la muerte de Julio Grondona, quien estuvo 35 años atornillado al sillón de la sede central en la calle Viamonte, la AFA no puede recuperarse de la herencia recibida, y sus dirigentes actuales están enfrascados en una pelea de poder que, incluso, perjudica la gestión de sus propios clubes, como le ocurre a River Plate, cuyo presidente parece más preocupado por esta disputa que por reforzar el equipo.

La batalla interna en la AFA ya es una guerra abierta, a pesar de las intentonas de su actual presidente, Luis Segura, para poner paños fríos. En Argentina el fútbol es mucho más que un deporte y en esta guerra por hacerse con el control de la AFA están algunos de los principales empresarios del país, la estrella de la televisión Marcelo Tinelli, el sindicalista más conocido, Hugo Moyano, y el propio Gobierno de Mauricio Macri, que llegó a la política precisamente desde el fútbol, ya que fue presidente de Boca Juniors. La batalla por el poder no se resuelve y hunde cada día más la imagen de la AFA mientras los jugadores brillan en cada partido en EEUU. La crisis es tan fuerte que los equipos grandes quieren formar su propia Superliga.

El cambio de gestión en la FIFA puso la cereza al postre. El nuevo presidente Gianni Infantino ordenó la creación de una comisión normalizadora que, entre otros, cuenta con la participación de Diego Armando Maradona. A ellos se les suman los auditores dispuestos por la Inspección General de Justicia (IGJ), que tiene línea directa con el presidente Macri, y que están controlados por la jueza federal María Romilda Servini de Cubría. De esa acción surgen dos grandes riesgos para la actual administración: la revelación de los estados de cuenta del organismo y una posible intervención por parte de la FIFA que dejaría al fútbol argentino fuera de todos los torneos internacionales. Boca Juniors tiene que disputar las semifinales de la Copa Libertadores de América el jueves 7 de julio.

A pocas horas de que Lionel Messi pueda llegar a levantar su primer trofeo con la selección mayor, el estado de incertidumbre es total. La justicia de Buenos Aires rechazó una medida cautelar reclamada por el sindicalista Moyano para que se desarrollen las elecciones que se iban a hacer el próximo 30 de junio. El desarrollo de la próxima liga local se deberá discutir el próximo martes. Los que promueven la Superliga deberán juntar 60 votos, dado que es necesario reformar el estatuto de la asociación, entre otras cosas, para que los ingresos de la liga queden en manos de sus realizadores sin necesidad de rendirle cuentas a la AFA. Sólo basta recordar lo sucedido la última vez que se votó, el 3 de diciembre, cuando hubo un empate a 38 donde solo tenía que haber 75 votos, para que las esperanzas de orden se esfumen.

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