Cummings, toco y me voy
El británico vence en Lesaka sorprendiendo al pelotón en el último kilómetro
Hay maneras de ganar, como hay maneras de vivir. Basta con que sean legítimas. Y la de Stephen Cummings, el británico, lo ha sido. Porque en el ciclismo se puede ganar desde lejos, oteando el horizonte, como los escapados habituales como una cuerda de presos en pos de la libertad, o sea la gloria. Son tipos que buscan el adormecimiento de los guardianes para, entre bostezo y bostezo, encontrar el sendero prohibido que en este caso llevaba a Lesaka, zona fronteriza con lo que las fronteras tienen ahora de actualidad. Lo intentaron tipos de todo tipo, como Oomen, Gonçalves, Teklehaimanot, el pertinaz Denifl, Kadri, o Albasini, Fataldo, -ya más categoría-, Dani Navarro. El típico juego del escondite: me voy, me escondo, se para el reloj y cuando lo enciendae quizás ya no estoy. Quizás aquello que decía Cruyff de “toco y me voy”.
Pero todo está previsto en el cuaderno de bitácora del pelotón, que no se inmuta, que da cuerda al reloj para no dormirse. Solo se altera cuando Nairo Quintana, pincha o algo así, y tiene que cambiar de bici, y le cuesta dos parones hasta que se adecua a la nueva burra, pero quedaba un mundo como para inventar un desenlace fatal. Era la anécdota, aunque las anécdotas cuando tienen nombre propio siempre asoman un aire de trascendencia. Pero no fue nada: era Nairo y su circunstancia. Y resuelta la circunstancia, fue Nairo.
Clasificaciones
ETAPA:
1. Steve Cummings (GBR/Dimension Data) 5:01:57.
2. Simon Gerrans (AUS/Orica) m.t.
3. Fabio Felline (ITA/Trek) m.t.
4. Gianluca Brambilla (ITA/Etixx - Quick-Step) m.t.
5. Giovanni Visconti (ITA/Movistar) m.t.
GENERAL:
1. Mikel Landa (ESP/TEAM SKY) 19:39:35.
2. Wilco Kelderman (HOL/LottoNL) a 1''.
3. Sergio Henao (COL/Team Sky) 5''.
4. Samuel Sánchez (ESP/BMC) 9''.
5. Alberto Contador (ESP/TINKOFF) 11''.
Y luego empezó la carrera, aunque en realidad empezaba una y otra vez. Era un recorrido tan exigente como se quisiera que fuese. Cuatro puertos, los dos últimos en el tramo final, aventuraban una disputa cuando menos intensa. Y lo fue, porque empezaron a juntarse los aventureros, y a separarse como si cada metro de distancia a meta aquilatase sus disputas. Y lo intentó Dani Navarro, quizás dolido por la primera etapa cuando Luis León Sánchez le arrebató la victoria en el último metro en Markina. Los 20 segundos le parecían un territorio favorable. Quedaban pocos kilómetros aunque el pelotón salivaba la victoria. Y la saliva es un mal síntoma para el menú de la victoria. Le cazaron primero quienes le seguían y salivaban con mas intensidad, pero el pelotón tenía más hambre que el Lazarillo. Y por ahí andaba Simon Gerrans que en Markina también llegó a fregar los platos de los postres.
Cazado Navarro, llegaba el momento de pensar o de arriesgar. Y Cummings, experto en la trigonometría del último kilómetro, dijo que no esperaba a nadie, que entre que lo pensáis yo me voy, y vosotros decidís. Que yo rompo el pedal hasta que me quitéis de en medio si podéis. Y los otros que se miran y piensan y se miden y calculan y resuelven el crucigrama del sprint. Pero Cummings es un experto en irse de los que utilizan la parálisis por análisis. Y sin darles tiempo a resolver la encrucijada entra en la meta de Lesaka como entró en la de Mende el año pasado tras “engañar” a los dos franceses que le acompañaban en la fuga. Miró hacia atrás y no vio más que un ejercito derrotado comandado por Gerrans. Y sonrió. Y tiró para el podio como quien va a la lavandería. Lo demás no había cambiado entre los favoritos. Todos juntitos, con Landa de líder acercándose cada vez más a la contrarreloj final de Eibar para decidir quien es el rey del mambo. Está por ver. Y de momento no se ve nada. Todos bailan solos.
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