Ibrahimovic vuelve al origen
El delantero, nacido en Malmoe, regresa al punto en el que dio sus primeros pasos en el fútbol: "Quiero que ganemos, meter tres goles y que la gente grite mi nombre al final"
Para Rosengard, el barrio de la ciudad de Malmoe en el que se crió Zlatan Ibrahimovic, hoy no es un día cualquiera. Hoy, 14 años después, el héroe vuelve a casa, al origen. "Puedes sacar al chico de Rosengard, pero no puedes sacar a Rosengard del chico". La frase, pintada en un mural de las calles de ese distrito, fue acuñada por el delantero, que esta noche visita con el millonario PSG al modesto Malmoe. "Es un poco irreal estar aquí, increíble. Es la culminación al viaje que he hecho. Solo tengo que disfrutar; esto no le ha ocurrido a muchos jugadores, pero sí a mí. Será un recuerdo para toda la vida", expresaba ayer el delantero, antes de encarar hoy (20.45, beIN Sports) al equipo en el que dio sus primeros pasos.
Es un poco irreal estar aquí. Es la culminación al viaje que he hecho"
Ibra no olvida Malmoe, ni Malmoe olvida a Ibra, que a sus 34 años dice conservar la esencia de ese adolescente que birlaba bicicletas y peloteaba en lugar de estudiar para adaptarse al lenguaje y los códigos de los otros chicos del barrio, un gueto multiétnico de unos 22.000 habitantes. "Cuando necesitábamos algo íbamos a la tienda y lo robábamos. Robé muchas bicicletas, lo hacía por la adrenalina", recuerda el internacional sueco, hoy día una súper estrella del fútbol y deportista millonario, el gran referente de los niños que ahora sueñan con seguir los pasos del iracundo Zlatan.
Pese a que hace escapadas esporádicas a su ciudad natal, esta noche Ibra se medirá por primera vez a su exequipo, con el que debutó en la Segunda División sueca. Entonces ya era un gigantón (1,95) de difícil carácter, rudo y exquisito técnicamente. Tras ascender al Malmoe a Primera, el técnico del Arsenal, el francés Arsène Wenger, le llamó para ofrecerle una prueba con los gunners. "Vino a Londres para visitar la ciudad deportiva, pero no quiso hacer la prueba. Al final eligió el Ajax", recuerda el preparador alsaciano.
Ibrahimovic, admirador de Ronaldo, El Fenómeno, e hijo de un hombre bosnio y una mujer croata, se decantó por el Ajax. Después, sucesivamente, desfiló por Turín (Juventus), Milan (Inter y Milan), Barcelona y actualmente lo hace en París, como piedra angular del poderoso PSG. "Sé que soy un referente; la clave es que he sido yo mismo desde el primer día. Cuando firmé el primer gran contrato de mi vida, no cambié. Y estoy sentado aquí, ahora, con 34 años, pero soy la misma persona que entonces", señalaba ayer, en la comparecencia previa ante los periodistas.
Zlatan alquiló la plaza central de la ciudad y una pantalla gigante para que la gente pueda ver el partido
El ariete vuelve a casa después de ganarlo prácticamente todo, ligas en todos aquellos equipos en los que ha estado. Sin embargo, aún se le resiste la Champions, su objetivo ahora con el el PSG. Este año, el conjunto parisino vuelve a ser uno de los firmes candidatos, pero aún debe dar un salto competitivo en la máxima competición continental, donde nunca ha ido más allá de los cuartos de final con el sueco en sus filas -sin él, alcanzó un par de veces las semifinales-.
Esta noche, el pulso tendrá un sabor especial para Malmoe y para Ibrahimovic, que ha hecho un guiño a su gente: alquiló la plaza principal de la ciudad, Stortorget, con una pantalla gigante para que aquellos que no puedan asistir al nuevo estadio puedan ver al menos el partido. "Justo después del sorteo llamé para reservarla. Quiero que todos tengan la oportunidad de verlo", explicó ayer Zlatan, que esta temporada aún no ha marcado en la Liga de Campeones -sí en la Ligue 1: nueve dianas-.
"He visto a demasiadas estrellas que siguen aunque su carrera decline. Ahora quiero disfrutar de estos dos días", declaró el gigante, ante una sala abarrotada de medios. "El perfecto escenario sería que ganásemos, que yo haga tres goles y que la gente grite mi nombre al final. Durante el partido, eso sí, el público debe animar al Malmoe", concluyó Ibrahimovic. Ya no vive en Rosengard, pero Rosengard nunca dejará de estar en él. El barrio viaja en su interior.
VÍDEO: Los orígenes de Zlatan Ibrahimovic en Rosengard.
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