Construyendo el Eibar, segunda parte
Tras resolverse su presencia en Primera, el conjunto armero ha firmado a un entrenador y 15 jugadores
Luchando contra lo que el refranero opina de las segundas partes, al Eibar, por el momento, en la segunda temporada de su historia en Primera, le va bien. Cuando el 22 de julio la jueza Eva María Alfageme ratificó el descenso de categoría del Elche por impagos a sus jugadores y permitió al conjunto armero mantener la categoría, en Eibar, una ciudad de algo más de 27.000 habitantes, respiraron de alivio. Y puede que más de uno lo celebrara como dos años atrás, en la histórica temporada del ascenso. “La cuestión no es que el Eibar juegue en Primera o no, sino que en el fútbol haya valentía para demostrar que las cosas están cambiando, que hay normas que hay que cumplir", declaró entonces su presidente, Alex Aranzabal.
El problema de toda aquella incertidumbre deportiva se encontraba en que mientras se dilucidaba el culebrón judicial, en la secretaría técnica del Eibar, un equipo que vive de cesiones y traspasos de poco voltaje económico -con algo menos de 16 millones de euros fue en la 2014-2015 el equipo con menos presupuesto-, se debía diseñar una nueva plantilla sin tener la certeza de en qué categoría participaría la temporada 2015-2016. “Desde el minuto uno hemos trabajado en el escenario de Primera División en cuanto al funcionamiento del club, manejo de presupuesto y perfiles de jugadores que entendíamos que teníamos que traer”, confiesa Fran Garagarza, director deportivo del Eibar, que ha reestructurado el equipo con la incorporación de 15 jugadores a los que se suma el regreso de José Luis Mendilibar al banquillo tras la dimisión de Gaizka Garitano.
“¿Qué hace un japonés en Eibar?”
“Sé que la gente puede preguntárselo, pero la cultura japonesa encaja perfectamente en la filosofía del Eibar. El sacrificio, la humildad y la entrega son valores que compartimos”, asegura Garagarza en referencia al fichaje de Takashi Inui, un mediapunta de 27 años por el que el club armero ha desembolsado 300.000 euros al Eintracht de Frankfurt, y que se ha convertido en el traspaso más caro del club hasta el momento. “Iñaki Bea – el segundo entrenador- le estuvo viendo el año pasado en Alemania y es quien se comunica con él en alemán. También viene un traductor dos días por semana a los entrenamientos para estar con él a pie de campo y además recibe clases de español tres días por semana en el club”, explica Garagarza. “Es un chico muy cariñoso que ha caído muy bien en el vestuario y del que esperamos muchas cosas”, añade. Sin haber disputado todavía ningún minuto con la camiseta del Eibar, Inui, aguarda su oportunidad para poder empezar a dar respuesta sobre el campo. Ya tiene casa en Eibar, solo le falta ganarse a los vecinos.
“Se ha dado la situación de que algunos jugadores querían esperar a que se resolviera todo porque tenían dudas de si iban a poder estar en Primera”, matiza Garagarza. “Pero también es verdad que la mayoría de ellos, sobretodo los que firmamos primero, son los que queríamos”, asegura, sin querer revelar de cuanto presupuesto ha dispuesto para llevar semejante obra a cabo. “Puedo decir que después de haber hecho una estimación con la Comisión Financiera tuvimos que ampliarla porque nos estábamos quedando justos. Gracias a que ahora tenemos unos ingresos mayores por los contratos con las televisiones hemos mejorado nuestra capacidad económica, que, sin embargo, sigue siendo muy inferior a la de otros equipos”, advierte Garagarza. “Lo que queríamos era que si teníamos una guerra con el Rayo por traer a un jugador, el problema no fuera económico sino otro. Si entraba un equipo como el Sevilla entonces ya era más complicado”, ejemplifica.
El sistema de trabajo de la secretaría técnica del Eibar es tan sencillo en apariencia como en ejecución. Tras el fichaje de Mendilibar, el equipo de Garagarza, compuesto por otras tres personas, realiza un informe con los jugadores que considera más atractivos para reforzar el equipo y los pone sobre la mesa del técnico vizcaíno. “Entre nuestros nombres y los suyos había muchas coincidencias”, asegura el director deportivo, “como por ejemplo los de Sergi Enrich (con quien ya había un acuerdo verbal), Keko o Luna”. Todos ellos jugadores con experiencia en Segunda y Primera, a quienes se unieron después jugadores como Borja Bastón, uno de los canteranos más prometedores del Atletico, Ramis, o Adrián González. “Lo de Adrián fue cosa de un día porque no hubo debate, estaba de acuerdo con todo”, confiesa Garagarza. Y así hasta firmar a 15 jugadores, el último de ellos, Hajrovic, un centrocampista bosnio procedente del Werder Bremen, que completa una plantilla que ocupa la quinta plaza con dos victorias y un empate antes de recibir hoy al Atlético en Ipurúa (20.30, C+Liga). “Siempre hemos sido de hablar con los jugadores y de explicarles directamente lo que hay”, sentencia Garagarza.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.