Carolina Marín: “Espero que mejoren ahora las relaciones con la Federación”

Han transcurrido cinco horas desde que Carolina Marín ganara por segundo año consecutivo el Mundial de bádminton y todavía ni ha podido ducharse. Fotos, compromisos publicitarios y atención a los medios. Mediante una conversación telefónica desde Yakarta (Indonesia), confirma que de lo único que tiene ahora ganas es de volver a España. "Estaré con mi gente, disfrutaré del oro y me pondré a entrenar en pocos días", explica.

La Federación Española no le entusiasma tanto. Marín ya pidió la dimisión de su presidente, David Cabello, el pasado 25 de junio por el conflicto generado por los derechos de imagen de las jugadoras. "No me gusta el trato que nos dan, pero ahora no quiero pensar en eso y espero que, a partir de este momento, todo sea más fácil". Desde el órgano federativo apuntan que han trabajado siempre para los deportistas y que llevan apoyando económicamente a la bicampeona del mundo desde que tiene 14 años.

La andaluza prefiere zanjar cualquier polémica y saborear el nuevo metal que ha ganado. No tiene casi tiempo para el descanso. Poco importa que sea la primera jugadora no china que consigue revalidar título en un Mundial —Xie Xingfang fue la última en 2006—, su mente ya está en el Abierto de Japón, que se disputa del 8 al 13 de septiembre. "Voy a entrenar a tope durante dos semanas para hacerlo lo mejor posible", subraya.

Pese al triunfo en el Mundial, la onubense dejará de ser número uno en favor de su rival en la final, la india Saina Nehwal. Le resta trascendencia a este baile de posiciones y asegura que es algo secundario. "He disfrutado mucho con todo el torneo y me quedo con el último partido. Quizás haya sido el mejor en los últimos dos años", concluye.