Parchís contra la lluvia

Fue el Wimbledon más tradicional, el de la lluvia y las suspensiones, en plenos Juegos. El serbio Novak Djokovic, descolocado por el buen partido de su contrario y la traicionera hierba, debió remar para remontar ante el italiano Flavio Fognini (6-7, 6-2 y 6-2) en la primera ronda.

David Ferrer facturó mucho más rápidamente el suyo con el canadiense Pospisil (doble 6-4), pero no pudo escaparse del aguacero, que partió por la mitad su duelo. Así, el alicantino, como el resto de los jugadores, tuvo que buscarse la vida para matar el tiempo y acabó jugando al parchís mientras llovía con Àlex Corretja, el seleccionador; Feliciano López, uno de tantos a los que suspendieron su partido, y Milos Raonic, un canadiense que se siente español al entrenarse en Barcelona.