La bofetada de 'Louie'

Louiees una bofetada (o un camión de la basura bajo tu ventana muy temprano por la mañana cuando todavía estás durmiendo). Bueno, son varios bofetones. Los que él da en el escenario con sus monólogos, los que él recibe sin complejos a través de su alter ego ficticio, que hace que las que él da se multipliquen por dos. Y cada gag que cuenta es otro mamporro lleno de inteligencia que te deja tambaleando frente al televisor sin que apenas sepas qué ha pasado. Louie C.K. no necesita una historia enrevesada ni efectos especiales. No requiere de un equipo de dos decenas de guionistas y ni siquiera necesita (aunque se agradecen) los cameos de gente más “guapa” que él. Tan solo con lo más mundano, con el día a día de un tipo cualquiera, consigue hundirnos a base de humor y toques absurdos que a veces parecen no serlo tanto. La cuarta temporada de Louie se acaba de estrenar en España (en Canal + Series) y ya estamos deseando ver la décima sin saber si habrá una quinta.

En la primera temporada, de la que ya hablamos en el blog hace tres años, el humorista hilvanaba gags y actuaciones suyas en directo con gracia y mucha honra. Ofrecía algo diferente y en seguida nos enganchó. Tres temporadas después, con un año sabático de por medio que el propio autor exigió a la cadena FX para mantener la calidad, lo sigue haciendo, pero ahora todo parece cuadrar como un mecanismo de relojería. Louie C. K. ha aprendido en estos años (no es que no tuviera experiencia, que lleva toda la vida con el humor) a llevar a su personaje a un punto en el que en todo momento se duda si él es así o no.

Louie es un cómico, que vive en Nueva York y actúa en salas de monólogos y hace giras. Tiene dos hijas y está separado. Todo en la serie y en la vida real. Pero en la vida real, Louie rueda tres días a la semanas porque el resto tiene la custodia de sus hijas (que no son las que salen en la serie). Dos de esos días aprovecha que las niñas están en el colegio para hacer el montaje de lo grabado en su ordenador. La cámara con la que rueda la serie la compró élhttp://www.red.com/products/epic. Tiene todo el poder creativo y de edición. Y no podemos estar más agradecidos.

Louie C.K.Sigue los pasos de uno de sus maestros, Jerry Seinfeld (enorme su aparición en el segundo capítulo de la cuarta temporada), y mezcla en la serie la clásica stand up comedy con la ficción. Él dirigie, actúa, escribe y edita. Y eso le da para los bofetones, para bromas y diálogos contundentes, como la carta al Sida que le dicta a su hija que tiene que escribirla como una tarea para el colegio: "Querido Sida. Por favor, para. ¿Qué tal el tiempo en Sidalandia?". O como el encuentro con el encargado de mantenimiento del edificio y la explicación que le tiene que hacer del clásico chiste obsceno de Pinocho. "¿Por qué te lo cargas [el chiste]? ¿No eres cómico?", le recrimina el hombre.

Louie machaca lo normal y lo cotidiano, a veces avergonzando al especatador y a veces con ternura. No es una mera sucesión de gags, es incluso cine de autor, de uno que sabe colocar la cámara, que sabe dónde meter las pausas y que sabe hasta dónde llegar. Uno que incluso se atreve con un plano secuencia (y van dos grandes planos este año junto al de True detective) con esta fantástica conversación:

* Los vídeos los cuelga el propio Louis C.K. en Youtube y comparte en su cuenta de Twitter.

** La serie se puede ver en EE UU en FX y en España en Canal + Series.