Salir del corredor de la muerte: historias de supervivencia
EL PAÍS te invita al preestreno de un documental que recoge la historia de cuatro expresos que fueron condenados por crímenes que no cometieron
Unas 8.500 personas han sido condenadas a pena de muerte en Estados Unidos en los últimos 40 años. De todas ellas, hay 156 que han conseguido ser declaradas inocentes después de haber pasado parte de su vida esperando la sentencia final. Un tercio de esos supervivientes se dedican ahora a recorrer el país contando su experiencia en busca de justicia.
Los periodistas de EL PAÍS Álvaro Corcuera, Guillermo Abril y Luis Almodóvar han recogido las historias de Albert Burrell, Shujaa Graham, Ron Keine y Greg Wilhoit -víctimas del sistema judicial- en el documental The Resurrection Club, que se presentará el lunes 10, a las 19.30 en los cines Palafox (invitaciones aquí). La pieza, que explora la pelea de estos hombres así como la amistad que les une, está producida por La Claqueta PC y elaborada en colaboración con Amnistía Internacional. Keine y Graham estarán presentes en este prestreno, así como dos familiares de expresos.
Se trata de una película que parte a raíz de un reportaje que publicó Corcuera en El País Semanal en 2011. "Me impactaron esas historias y propuse a mis compañeros lanzarnos a la aventura de un documental, viajando a las reuniones de los exonerados y sus casas, a sus vidas cotidianas", explica el periodista.
El filme se ha realizado con la complicidad de Witness to Innocence, la asociación que agrupa a un buen número de los que han logrado salir del corredor de la muerte. "Somos supervivientes, no víctimas", asegura uno de los protagonistas en la cinta. Los periodistas acompañaron entre 2011 y 2016 a estos expresos en hasta cinco reuniones privadas por todo Estados Unidos, en un ‘road trip’ por Texas y también pudieron vivir con ellos parte de su vida en sus propias casas, acudiendo a bodas familiares, celebraciones del día del padre, charlas con los amigos...
"El objetivo de las charlas que dan estos expresos por todo el país es cambiar la opinión pública, transmitir a los que les escuchan que lo que les ha ocurrido a ellos le puede pasar a cualquiera", afirma Abril. "Para ellos también es una especie de terapia colectiva", añade Corcuera.
Abril resume su trabajo así: "Más que la historia de la condena, el objetivo era mostrar la superación y el compañerismo".
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