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ERC, la CUP y Podem rebajan sus diferencias ante la Diada

Las tres formaciones lanzan mensajes distintos, aunque abogan por el entendimiento para celebrar un referéndum

Esquerra Republicana, la CUP y Podem han reunido este viernes a un millar de personas para conmemorar los 40 años de la primera Diada democrática. El escenario ha sido el mismo que en 1976, la plaza de Cataluña de Sant Boi (Baix Llobregat), donde entonces se concentraron cerca de cien mil personas al grito de llibertat, amnistia i estatut d’autonomia. Cuatro décadas después, las intervenciones no han recogido el espíritu unitario de entonces agrupado en la Asamblea de Cataluña. Las tres formaciones convocantes han lazando mensajes distintos, aunque han abogado por el entendimiento para celebrar un referéndum y, llegado el caso, proclamar la independencia.

Anna Gabriel, Dante y Junqueras sujetan una estelada
Anna Gabriel, Dante y Junqueras sujetan una esteladaM.MINOCRI

El lema de la convocatoria era “que la prudencia no nos haga traidores”, la frase pronunciada hace cuatro décadas en Sant Boi por el expresidente de Esquerra Republicana Jordi Carbonell, fallecido hace unos días, y que entonces ya abogó por la ruptura y la autodeterminación. Lo ha recordado Miquel Sellarés, fundador de Convergència, organizador de la Diada de Sant Boi, y que ha vuelto volvió a subir al escenario para constatar su frustración porque Cataluña no es aún independiente.

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Por eso ha reclamado a “los jóvenes dirigentes políticos” que empujen para lograrlo antes de que transcurran otros 40 años. Sellarés ha evocado la situación política de entonces y ha dicho que “partido solo había uno, que era el comunista, todo lo demás eran entelequias”. En esa línea ha recordado la contribución de dirigentes políticos del PSUC como Antonio Gutiérrez Díaz y Cipriano García para mantener la unidad civil de la sociedad catalana, al margen del origen de los ciudadanos.

Oriol Junqueras, presidente de Esquerra Republicana y vicepresidente de la Generalitat, ha insistido en esa idea. “Somos un solo pueblo y no nos conformaremos con nada que no sea la victoria”, aseguró. En otro momento, Junqueras ha apostado por la desobediencia. “Nunca pediremos permiso para decidir nuestro futuro y construir el país que queremos”, dijo, después de proclamar que Cataluña tiene “sed de justicia y hambre de libertad”. La promesa de que “todo es posible y está en nuestras manos”, han motivado a los asistentes a reclamar de nuevo la independencia.

La inscripción a la Diada cae un 20%

342.000 personas. Ésa es la cifra de manifestantes que se habían registrado hasta ayer para participar en la Diada, según la Assemblea Nacional Catalana. El número supone un 20% menos respecto a 2015 cuando la víspera del 11-S alcanzó los 450.000. Jordi Sánchez, líder de la ANC y Jordi Cuixart, de Òmnium, relativizaron el menor ritmo de inscripción y lo atribuyeron a que la Diada se celebra en cinco ciudades.

Bajo el lema Som el somni, estem a punt, la manifestación se celebrará de forma simultanea en Barcelona, Tarragona, Lleida, Salt y Berga y se podrá seguir a través de pantallas gigantes. La escritora Maria Barbal (Lleida); la alpinista Nuria Picas (Berga); el cantante Gerard Quintana (Salt); el activista en defensa del Ebro (Manolo Tomás) y el cineasta Pere Portabella (Barcelona) leerán el manifiesto. Sánchez instó a los políticos que en dos meses tengan a punto la propuesta para darle una salida al proceso independentista.

La convocatoria del acto ha causado malestar no disimulado en el Partit Demòcrata Català (la antigua Convergència), por no haber sido invitada, y acusó a sus socios parlamentarios de estar gestando un “tripartito de izquierdas”. La diputada de la CUP Anna Gabriel ha replicado en su intervención y lo ha negado. “No tenemos en el horizonte ningún tripartito ni cálculo electoral”, ha dicho, dejando claro que su partido apuesta por que se celebre un referéndum unilateral.

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Gabriel se ha mostrado muy crítica con la reforma democrática y sus consecuencias, que derivaron en “una democracia formal”, y ha proclamado que su formación apuesta abiertamente por la ruptura. “No hemos ganado. Todo lo que pudo ser, no fue”, apostilló Albano-Dante Fachín, secretario general de Podem, ha reconocido sin reparos que existían “diferencias” entre las tres fuerzas convocantes y ha criticado la unilateral. Pese a todo, ha vaticinado que el partido de Pablo Iglesias en Cataluña se habrá de entender con Esquerra y la CUP. Tampoco ha dejado pasar la ocasión para aclarar que su formación no quiere “depender de una hoja de ruta apuntalar a ciertos poderes”, marcando así diferencias con ERC, que forma parte del Gobierno y del grupo parlamentario de Junts pel Sí.

Los secretarios generales de CC OO y UGT de Cataluña, Joan Carles Gallego y Camil Ros han sido los más moderados y han coincidido en reclamar un referéndum sobre la independencia reivindicando los derechos sociales y la unidad de la sociedad catalana, al margen del origen de sus ciudadanos. “La grandeza de Cataluña no se mide por el tamaño de la bandera sino porque los ricos paguen impuestos”, ha dicho Ros, mientras que Gallegó ha recordado las huelgas y la fuerza del movimiento obrero del Baix Llobregat al final del franquismo y el inicio de la transición.

Al acto han asistido diputados en el Congreso y el Parlament de las organizaciones convocantes, así como representantes de otras formaciones y la alcaldesa de Badalona, Dolors Sabater.

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