Oriol Pujol replica a Duran que solo con un Estado habrá cohesión social

Con el Gobierno de la Generalitat lanzado a un proceso independentista todavía poco concreto, el reto de Artur Mas se centra ahora en responder a los problemas que plantean quienes recelan de la independencia. Y el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, siempre presto a rebajar las ínfulas soberanistas de Convergència, aludió el viernes a uno de esos reparos en su carta semanal a la militancia. “El límite a la soberanía es la cohesión social”, dijo el democristiano, alertando de los riesgos de ruptura social que puede provocar la secesión.

La respuesta le llegó ayer de Oriol Pujol, secretario general de CDC y exponente del ala más soberanista del partido. “No podremos lograr una mayor cohesión social si no tenemos un Estado”, aseguró el dirigente nacionalista. Unió y Convergència deberán consensuar una estrategia conjunta en la reunión que mantendrán ambas direcciones el lunes día 17, con un problema sobre la mesa: los democristianos todavía creen en el encaje con España, y los convergentes entienden que ya se debe desechar esa posibilidad, especialmente después de la conferencia de Mas en Madrid, donde descartó esa idea y certificó el alejamiento de España.

Pujol clausuró ayer la escuela de verano de CDC en Vilanova i la Geltrú (Garraf) y se esforzó en combatir uno de los principales argumentos del PP para responder al reto independentista planteado por la manifestación: que con la crisis no es momento, como dijo Mariano Rajoy, “de líos y algarabía”.

Las direcciones de CDC

Por ello, el dirigente nacionalista vinculó la estrategia nacional a la económica y describió la independencia como una vía para salir de la crisis: “No trabajamos con dos agendas en paralelo. Es la agenda del país: no podemos ofrecer una salida de la crisis si no tenemos instrumentos de Estado”, planteó Pujol, y alertó a los militantes de la estrategia del PP. “Intentan hacernos ver que es un divertimento de una parte del país que se olvida de la crisis, pero las aspiraciones de independencia y Estado propio están directamente dirigidas a los intereses de los catalanes”, apostilló.

Los líderes nacionalistas se habían centrado hasta ahora en afear la reacción del Gobierno del PP a la manifestación, pero Pujol optó ayer por criticar también la estrategia del Partit dels Socialistes, que reclamó del PSOE una apuesta clara por el federalismo. Pese al auge de los independentistas en Cataluña, los partidarios de un Estado federal son prácticamente los mismos que los de la independencia, según los sondeos de la Generalitat. Por ello Pujol atacó la opción federal: “Las últimas tres décadas las ha protagonizado el PSOE y ahora vienen con la receta del federalismo, que no es nada más que la que nos ha llevado a este callejón sin salida, el que nos lleva a ser o residuales o independientes”, dijo.

Pese a rebajar el tono épico que Mas había imprimido a sus discursos durante toda la semana, Pujol no se ahorró retórica para mantener enardecidas a las bases de CDC. Les planteó que el proceso independentista requerirá mucha “resistencia” y les prometió que esta vez ni Convergència ni Mas se amilanarán: “El presidente tiene un país detrás, y el país tiene un presidente delante”, concluyó.