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El congreso del PP abraza la tesis contra los ‘sin papeles’ de Albiol

Los compromisarios aprueban de forma abrumadora restringir las ayudas sociales y económicas a los inmigrantes recién llegados o sin documentación

Àngels Piñol
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, saluda a Alicia Sánchez-Camacho.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, saluda a Alicia Sánchez-Camacho.Marta Perez (EFE)

Xavier García Albiol se convirtió ayer en uno de los triunfadores del XIII congreso del Partido Popular de Cataluña que ratificó a Alicia Sánchez-Camacho como presidenta. El alcalde de Badalona logró imponer su tesis más dura contra la inmigración al aprobar una ponencia social que restringe los derechos y las ayudas sociales y económicas a los inmigrantes que estén de forma irregular en Cataluña. Pero no solo eso: también exige que los extranjeros con permiso deban acreditar años de residencia en un municipio para acceder a una vivienda social. “Nuestra capacidad de acogida no es ilimitada. O aceptan nuestros valores o que se vuelvan por donde han venido”, dijo el polémico alcalde, que rechazó de plano la multiculturalidad que defiende la izquierda.

La ponencia recibió 997 votos a favor, 7 en contra y 4 abstenciones. El millar de congresistas se alineó así de forma abrumadora con la tesis de García Albiol, que ya le permitió auparse en la alcaldía de Badalona. Fue tal el éxito de su planteamiento que los 11 votos discrepantes fueron recibidos por un nutrido grupo de militantes al grito de “¡traidores, traidores!”. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, presidente del Congreso, tuvo que hacer llamadas a la calma.

"¡Traidores!", se oyó en la sala cuando once militantes no votaron a favor

Durante su intervención, García Albiol, que tuvo que declarar en 2011 ante el juez por repartir panfletos que vinculaban la inseguridad a ciudadanos rumanos, no concretó cuántos años un extranjero debería residir en Cataluña para poder acceder a una vivienda social. O cuáles son las limitaciones en las ayudas económicas. Tampoco se entraba al detalle en la ponencia que, entre otras cosas, instaba a evitar “que la inmigración perjudique o degrade la vida de los ciudadanos a los que tenemos la responsabilidad y obligación de preservar su calidad de vida”. Su papel se movió entre la ambigüedad y el populismo.

Eso sí: entre sus argumentos afirmó que el dinero no se puede estirar como un “chicle” y que sería una “injusticia” que un inmigrante irregular tenga los mismos derechos que un “vecino” o un inmigrante con papeles. Y aplaudió que el Gobierno de Mariano Rajoy haya “corregido” su política al restringir el acceso a la atención sanitaria de los inmigrantes irregulares a cuando sufran accidentes o enfermedades graves. Su intervención fue de las más aplaudidas y el aforo le ovacionó cuando trascendió el nombre de la nueva ejecutiva: tendrá cinco vicepresidentes y cinco presidentes de comité. García Albiol será uno de ellos y asumirá el de convivencia e inmigración. Sánchez-Camacho habló después del alcalde y omitió en su discurso la inmigración.

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