Los papeles de Columbine
"Será como la II Guerra Mundial y Vietnam", escribió uno de los asesinos
El 20 de abril de 1999, dos adolescentes, Dylan Klebold y Eric Harris, de 17 y 18 años respectivamente,llegaron a su instituto de bachillerato en Columbine (Colorado) con un arsenal de armas y abrieron fuego contra sus compañeros. Tras matar a 12 alumnos y un profesor y herir a otras 24 personas, se suicidaron. La matanza sacudió EE UU y abrió, una vez más, el debate sobre el fácil acceso a las armas y la cultura de la violencia, como recogió el documental Bowling for Columbine, de Michael Moore.
Dylan y Eric, que habían emitido señales de que algo no iba bien (en sus páginas web, en trabajos colegiales, en el robo de material informático por el que fueron detenidos y atendidos por psiquiatras), describieron algunos de los preparativos de la carnicería en sus diarios y filmaron el arsenal de armas que fueron acumulando, los lugares en los que las escondían y sus prácticas de tiro. Ayer fue posible asomarse a cientos de documentos inéditos de la investigación policial (otros 20.000 se conocían ya), pero no a ciertas imágenes, las llamadas "cintas del sótano".
Desde los recibos de compra de propano para explosivos la mañana del 20 de abril hasta el trabajo de Eric sobre el nazismo, pasando por mapas, listas de tareas ("conseguir más municiones, rellenar las bombonas, comprar clavos, conseguir bolsas grandes") y dibujos, algunos de armas de todas clases, los cuadernos de los dos chicos permiten asomarse a sus vidas y planes. "11.10" es la hora subrayada en el diario correspondiente al 20 de abril, hora de la tragedia. Nada más.
Pero en otro párrafo, Eric, el más expansivo, habla de que él y Dylan planeaban acumular explosivos para volar medio país: "Será como los disturbios de Los Ángeles, como el atentado de Oklahoma, como la II Guerra Mundial y Vietnam, como Duke y Doom todo mezclado... Quiero dejar mi huella en el mundo".
Curiosamente, en otro escrito que Eric tuvo que hacer como tarea de un curso de autocontrol se lee: "Lo más interesante de la clase ha sido pensar ideas para controlar la ira y formas de rebajar la tensión de forma no violenta". Y en un trabajo escolar escribió: "Creo que los estadounidenses deberían discutir más sobre la muerte con sus familias y sus médicos".
El diario The Denver Post había tratado de conseguir, mediante reclamación judicial, todos los materiales de la investigación. En noviembre de 2005, el Tribunal Supremo de Colorado, después de analizar qué beneficios públicos podría tener la difusión de los papeles, dejó la decisión final en manos de Ted Mink, sheriff del Condado de Jefferson. Mink se puso en contacto con los familiares de las víctimas y consultó con los vecinos, con jefes de policía y con expertos en comportamiento del FBI.
Tras valorar las reacciones (algunas a favor, por creer que así se evitarán tragedias similares; otras en contra, por miedo a que estimularan a eventuales imitadores), Mink resolvió "no hacer públicos los vídeos y grabaciones, porque podría tener devastadoras consecuencias, y mostrar en cambio los documentos". Las cintas, reiteró, "son muy perturbadoras". "Espero que el material será útil a los profesionales de la psiquiatría y los cuidados mentales", dijo.
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