"Soy un cascarrabias irónico"

Pregunta. Los leones están inconsolables con su marcha.

Respuesta. Bueno, como además los hizo un paisano mío, creo que lloran por coleguismo.

P. ¿Qué será del Parlamento sin alguien que mande "a la mierda" al PP cuando le interrumpen?

R. Pues vendrá otra persona que lo hará. Yo a veces también hubiera mandado a la mierda al PSOE, pero me callé por respeto al poder.

P. Pero usted está más cerca del cascarrabias que del mala baba.

R. Sí. Soy más un cascarrabias irónico.

P. ¿Se va harto de la política o sólo de la Chunta Aragonesista?

R. Me voy decepcionado, porque uno viene aquí pensando que puede solucionar mucho, y al final te das cuenta de que puedes hacer poquicas cosas.

P. ¿No es raro que todos le quieran?

R. Bueno, a lo mejor es porque no tengo poder. Me pasaba lo mismo en la canción. Como yo vivía en Zaragoza y no molestaba a nadie, todo el mundo me quería mucho. Pero aquí Aznar y Rajoy no me saludaban.

P. ¿Por qué no se despidió del hemiciclo con una jota, como le pidió Manuel Marín?

R. Pues porque ya la canté en la cena de los periodistas parlamentarios, y me parecía demasiado show.

P. ¿Qué ha visto más en la Cámara en sus dos legislaturas: perfidia, Versalles, zancadillas, compañerismo?

R. Yo creo que ha habido fundamentalmente zancadillas al PSOE por parte del PP. No sé por qué el Gobierno no les ha llevado al juzgado de guardia.

P. ¿Y ahora?

R. Estoy escribiendo un libro que se llamará -si lo hago, porque soy muy vago- Memorias de un beduino, porque mi abuela era de una de las zonas más duras de Los Monegros, donde hoy se puede pasear a camello.

P. Hablando de Los Monegros. ¿Hacer allí Las Vegas no es un sin Dios?

R. Es un sin Dios, pero yo no juzgo. Con el sociólogo Mario Gaviria estuve durante dos años enfrentándome a la General Motors en Zaragoza. Y Zaragoza ha sobrevivido gracias a la General Motors. Ahora me callo.

P. ¿Ha llegado el día en que todos al levantar la vista vemos una tierra que pone libertad?

R. No. Yo creo que hay que levantar la vista con más fuerza, porque la libertad está cada día más apretada contra la pared.

P. "A veces digo barbaridades, porque soy sincero". ¿Su mayor barbaridad en las Cortes?

R. La noche aquella de "¡A la mierda!" Pero, junto a eso, recité un poema precioso de mi hermano Miguel. Se compensó.

P. Dijo hace tiempo: "A ver si ligo de una puta vez" ¿Ha cubierto objetivos?

R. Nada, nada, nada. Soy muy poco ligador, la verdad. Soy un inútil para esas cosas.

P. ¿Qué se lleva en su famosa mochila? ¿Al país entero?

R. No. Ahora llevo ilusiones: de trabajo, de acabar ese libro, de ver a mis nietas que crezcan y se diviertan conmigo, mis hijas...

P. Jiménez Losantos fue alumno suyo. ¿Qué le enseñó, buen hombre?

R. Pues le enseñé a ser una persona absolutamente maravillosa. Lo dejé en Barcelona, lo metí en el PSUC. Pero creo que ahora sería muy difícil tener una conversación con él.

P. Álvarez Cascos dijo que usted era una pobre cigarra. ¿Él qué era?

R. Luego me pidió perdón. Yo creo que no lo decía por el oficio de cantautor, sino porque yo hablaba mucho, no hacía nada... Pues él ya ha visto lo que era: un follador. Lo que le gustaba a este chico era follar.

P. ¿Qué es el PP?

R. El PP está en manos de gente muy rara, muy rara. Y a mí me asusta el giro que está dando, apoyándose en esta Iglesia tan reaccionaria.

P. ¿De qué le queda más: melancolía, lirismo, ironía?

R. A mí me queda de todo un poco. Soy muy ciclotímico. Ayer estaba aquí, en el despacho, y escribí un poema muy bonito dedicado amis nietas.

P. ¿Y alguno dedicado a Zapatero?

R. No, no. A Zapatero habría que cantarle una canción más bien épica. A mí no me produce lirismo. Mis nietas, sí.

P. Mujer, tres hijas y dos nietas. ¿Está rodeado?

R. Yo me he criado en una familia de cinco varones y de pronto me encuentro rodeado de mujeres, y estoy encantado.

P. ¿Esto de marcharse del Parlamento lo ha hablado con la Virgen del Pilar?

R. No. Pero digo en broma, como voy el segundo en las listas de la Chunta, por echar una mano al partido, que si saliera sería el cuarto milagro de la Virgen del Pilar.

P. O sea, que adiós definitivo a los leones.

R. Y ya sabes: si vas a Calatayud, pregunta por la Dolores.