'Gaby' Rivero
El primer jugador de rugby que Espada exporta al extranjero
Gabriel Rivero, Gaby, como le conoce todo el mundo, es el primer jugador español de rugby que ha triunfado en Francia y uno de los pocos que, en realidad, ha exportado España. Milita en la filas del Lourdes, un equipo de Primera División con posibilidades de ganar la Liga este año. Juega en el puesto de ala, en el que la rapidez es fundamental para ganar metros al rival. Pesa 86 kilos, pero quiere llegar a los 90,y, para ello, sigue una dieta especial. Sólo le queda un año para terminar la carrera de enología. En Lourdes es un auténtico ídolo; tanto, que incluso se anuncia por los altavoces su llegada a las discotecas.
En su cuerpo no hay un solo gramo de grasa. Todo él es músculo, por lo que hasta se puede pensar que está equivocado cuando asegura pesar 86 kilos y medir casi 1,80 metros. "Ahora estoy intenta do llegar a los 90 kilos, porque los médicos del equipo, después de someterme a unas pruebas especiales, me han dicho que, por mi constitución, éste sería mi peso ideal". Para aumentar los cuatro kilos, Gaby sigue una dieta muy particular. " Desayuno, a las 7 de la mañana, un café con leche , dos huevos fritos, una ensalada de remolacha y zanahorias, pan con mantequilla y mermelada, algún zumo y manitas de cerdo". Dos horas después, acostumbra a tomar un café con galletas. La comida, a las 12.30 horas, es a base de sopa, carne y pescado, con fruta y queso para el postre. "A las 6 de la tarde me como un bocata y ceno a las 9 de la noche algo similar a lo que almuerzo".Vive en un pequeño hotel que su equipo, el Lourdes, le paga. En las cocinas le preparan todos los días este menú especial, siguiendo rigurosamente las órdenes de los médicos que le atienden También tiene un apartamento en los Pirineos, al que acude siempre que sus obligaciones le dejan unos días libres. "En Francia dan muchas facilidades a los jugadores de rugby para que puedan compaginar el deporte y el trabajo. Allí lo importante es el rugby; luego, lo demás. Yo trabajo en unas bodegas y no he tenido jamás problemas para acudir a un entrenamiento en horas laborales. En España es diferente, porque no puedes decirle a tu jefe que te vas de la oficina a un entrenamiento. La diferencia está en que allí hay mucha afición al rugby y aquí, no".
Gaby empezó a jugar a los 15 años en el instituto en el que estudiaba. Sus cuatro hermanos también practican este deporte. "Todos nos hemos iniciado en el Olímpico, en su escuela de Pozuelo de Alarcón. Es uno de los pocos clubes que forman a los niños desde los seis años". Gaby ha sido fiel al Olímpico hasta la temporada pasada, cuando se fue a Francia. "Fue después del partido que jugué con la selección nacional contra la de País de Gales cuando se puso en contacto conmigo un señor al que no conocía; me propuso irme a jugar al Lourdes. He fichado sólo por un año, pero quieren que me quede, por los menos otros tres". Gaby no tiene tomada una decisión. "No sé lo que haré antes que nada, quiero terminar la carrera".
El rugby, según Gaby Rivero, es un deporte de caballeros. "En España los jugadores son muy nobles; en Francia, no tanto, ya que allí hay más competitividad y, por lo tanto, las entradas al rival son más agresivas". Cuando se ve a los quince jugadores de cada equipo evolucionando en el campo, puede pensarse que las lesiones deben de ser abundantes. "No creo que en el rugby haya más lastimados que en otros deportes. Los problemas aparecen cuando no hay una preparación adecuada. Aquí, en España, muchas veces juegas un partido sin haberte entrenado en toda la semana.
En otros países, te preparas dos o tres horas al día, por lo menos, para el encuentro del domingo". A pesar de ello, Gaby Rivero ha tenido dos fracturas en el tobillo izquierdo, una en el derecho y dos en la nariz. Ahora, precisamente, se está recuperando de un problema de menisco. Pero no olvida la ventaja que le señalaron sus compañeros del Olímpico cuando le despidieron: "Si te lesionas, al menos ya estás en Lourdes".
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