_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Dos Españas

Elvira Lindo

En el Instituto Príncipe Felipe de Valencia trabaja la bioquímica Consuelo Guerri. La señora Guerri lleva 30 años investigando sobre las consecuencias que tiene el alcohol sobre el cerebro, no solo en el de un consumidor adulto sino en un cerebro en formación, como el del feto. La señora Guerri recibió hace unos días el premio alemán Manfred Lautenschläger en reconocimiento a una labor brillante que ya ha dado reconocidos frutos.

Alguien, no ella, informó de que la investigadora había decidido donar los 25.000 euros de dotación del premio a su propio laboratorio, a fin de poder seguir contando con el equipo de becarios sin cuya asistencia sería imposible continuar con un proyecto del que no se obtienen resultados de un día para otro. La ciencia es lenta. Precisa de gente entregada y paciente, porque hay experimentos a los que se dedica mucho tiempo y no dan el resultado anhelado. Hemos sabido también que no es la primera vez que esta mujer de 60 años ha donado dinero para su laboratorio. En ocasiones, los 3.000 euros que ha ganado por impartir una conferencia los ha destinado directamente a material de trabajo. Guerri, sin echarse flores, sincera y parca, ha dicho que un año de parón en un proyecto puede provocar un retraso de 10 años a nivel científico.

María Dolores Amorós ha sido directora general de la Caja de Ahorros del Mediterráneo. Los que la conocen no le conceden excesiva personalidad a su gestión, salvo en el detalle significativo de haberse mantenido fiel al historial de irregularidades, trampas y despilfarro de sus antecesores, y de haberse atribuido un sueldo de 600.000 euros al año y una pensión vitalicia de 370.000. Ni a ella ni a los otros se les conocen intentos de renunciar a ese capital. Tampoco se sabe si no se les cae la cara de vergüenza cuando leen una historia como la de Consuelo Guerri.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Elvira Lindo
Es escritora y guionista. Trabajó en RNE toda la década de los 80. Ganó el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por 'Los Trapos Sucios' y el Biblioteca Breve por 'Una palabra tuya'. Otras novelas suyas son: 'Lo que me queda por vivir' y 'A corazón abierto'. Su último libro es 'En la boca del lobo'. Colabora en EL PAÍS y la Cadena SER.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_