El Padrino virtual, o la extraña moral de Facebook
La policía y la red social se niegan a censurar las páginas de los criminales mafiosos Riína y Provenzano
Totò Riína, Il vero capo dei capi. Bernardo Provenzano, Santo súbito. Estos dos grupos de fans reúnen a miles de usuarios de Facebook, la red social por antonomasia, ese presunto paraíso de la amistad donde está prohibida la desnudez, los jóvenes chatean y se enseñan sus fotos mientras los menos jóvenes intercambian nostálgicos recuerdos del colegio.
La exaltación en el Libro de las caras de los dos sanguinarios jefes de la mafia de Corleone se ha convertido en un escándalo de dimensión global. Familiares de las víctimas de la Cosa Nostra, entre ellos los de los jueces Falcone y Borsellino, asesinados por orden de Riína y de su compadre Provenzano, han pedido la retirada de las páginas. Pero desde su sede de Palo Alto (California), Facebook ha invocado una extraña moral relativista (tetas no, criminales sí), y se ha negado a censurar a los padrinos.
La división y la sorpresa han marcado la reacción italiana. La policía estima que no puede actuar, porque los únicos delitos de opinión perseguibles en Italia son la apología del fascismo y la discriminación racial. Pero el fiscal antimafia Pietro Grasso ha anunciado que quiere investigar porque sospecha que no hay nada inocente en el asunto: "Probablemente, Cosa Nostra está detrás".
Basta un golpe de ratón y el amigo del amigo de tu amigo es ya tu amigo. Si uno entra en Facebook y teclea Riina, sin acento, aparecen más de 500 fotos de mozas finlandesas (se ve que Riina es casi como María en España). Entre esas caras blancas y jóvenes, destaca el careto curtido y redondo de campesino asesino que gasta don Salvatore. Afinando más, si tecleamos Totò Riina salen 98 resultados. Y ahí se ve cómo 6.223 amigos se han afiliado al grupo laudatorio titulado El verdadero capo entre los capos. Y cómo 413 más piden su excarcelación. Y cómo otros 269 apoyan la santidad inmediata de Provenzano, condenado también a cadena perpetua, y amigo virtual de 259 personas.
En el tercer puesto del pódium mafioso figura el líder de la Camorra Raffaele Cutolo, con 175 colegas. La gran parte de ellos dan el nombre y la cara. Y son, o al menos parecen, jovencísimos-as. Por Navidad, muchos les mandaron felicitaciones por el Facebook. "Grande padrino". "Eres el número uno".
La hermana del juez Giovanni Falcone está indignada: "Desgraciadamente, el mal sigue ejerciendo fascinación entre los jóvenes". Salvatore Borsellino, hermano del también asesinado y magistrado Paolo, está muy preocupado. A su juicio, "en Facebook está en curso una campaña muy precisa de desinformación para deslegitimar a los jueces y a los que buscan resolver los misterios de Riína y Provenzano".
Ingeniero y experto en Internet, el hermano del juez asesinado por un coche bomba cree que los fans de los capos se disfrazan de jóvenes estudiantes pero en realidad son otra cosa: "¿Cómo saben si no tanto sobre las investigaciones que tocan a Riína y sobre todo a sus cómplices encarcelados, especialmente el funcionario de los servicios secretos Bruno Contrada?". Borsellino ha encontrado incluso "mensajes que intentan sembrar la duda sobre sentencias de casos ya juzgados". "No olvidemos", ha recordado, "que uno de los proyectos principales de los padrinos es obtener la revisión de los procesos".
En el cuartel general de Facebook no parece haber el menor síntoma de preocupación. Su gran problema, en este momento, es controlar a fondo las fotos "explícitas", y la última batalla son las madres que cuelgan fotos amamantando a sus bebés y enseñan de manera "demasiado evidente" el seno.
Mientras tanto, personajes como Stalin o Hitler, notorios terroristas de las Brigadas Rojas, grupos neonazis, empresas en busca de secretos que no vienen en el currículum de sus empleados o, sin ir más lejos, nuestro tirano particular, Francisco Franco (523 partidarios) tejen y destejen amigos, disparates e insultos.
Y, por cierto, quizá la policía italiana tenga trabajo a pesar de todo. La medalla de oro de los dictadores fascistas se la lleva Mussolini, con 28.126 admiradores.
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