E3 abre las puertas

Se supone que la feria E3 de Los Ángeles es solo para la industria y la prensa, pero cuesta creer que tanta gente, con ganas de coleccionar camisetas y locos por probar los últimos juegos, pertenezca únicamente a uno de los dos sectores. Nos hemos cruzado con un Goku, dos Marios, varios soldados imperiales y con algún Jedi sin sable láser.

También se supone que esto de los videojuegos no es cosa solo de hombres. Las azafatas ligeras de ropa y muy pacientes posando con los visitantes son otra constante. Apenas hay público femenino. Se salva el expositor de Nintendo.

Al margen de los grandes anuncios de este E3, PSVita y Nintendo Wii U, son varias las tendencias que se encuentran en un primer paseo. Los juegos de fitness y los complementos no faltan en ninguno de los grandes estudios. Unos lo llaman shape, otros fit, otros sports...

Los móviles han llegado para quedarse y los mejores juegos llegan a las mayores consolas. En la presentación de títulos de Xbox no solo había un buen número de móviles con Windows Phone 7. Juegos típicos de los teléfonos como Angry Birds y Fruit Ninja traspasan la frontera. Este último funciona especialmente bien con Kinect.

Entre pabellón y pabellón hay pequeñas casetas con sus creaciones para iPhone y Android que ofrecen sus servicios como soporte publicitario. No cobran por el juego, pero sí reciben dinero de la marca que se quiera anunciar ahí.

La moda de los complementos no tiene fin, desde una funda para la consola, cargador extra de batería, vinilos para personalizar la carcasa, mochila, mandos con formas diferentes... El modding se apodera de las consolas. Las marcas lo saben y lo explotan en momentos especiales. Nintendo sacó una Wii de color rojo, con mando del mismo color, para conmemorar los 25 años de Mario Bros. Por este mismo aniversario, pero con Zelda, tendrán un mando dorado. Microsoft prepara una Xbox con control y estética adaptada a Gears of War.

Pero si algo sorprende es la diferencia entre el pabellón sur y el del oeste. El primero es el de las marcas de Estados Unidos, o mejor dicho, occidentales, los estudios que trabajan pensando en los 'hardcore gamers'. Los juegos de sangre, sobresaltos y mandos con muchos botones, están ahí, rodeando la zona de Microsoft. Aunque el gigante de Redmond se ha abierto a un nuevo público con Kinect, el ruido de la caseta de Electronic Arts y Ubisoft es perpetuo. En el pabellón oeste el ambiente es más tranquilo. Solo Capcom y su juego Street Fighter X Tekken rompen la sensación zen de la zona que rodea a Nintendo y Sony, que combina los juegos extremos con los de personajes simpáticos, como los de Little Big Planet 2.

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